El ex ministro de Hacienda y candidato presidencial, Andrés Velasco, se refirió nuevamente a la reforma tributaria que propone el gobierno y que se encuentra en discusión parlamentaria para su aprobación. En esta oportunidad, hizo un llamado a la cautela con respecto a los efectos de la eliminación del FUT en la inversión.
"Hay todo un debate acerca de qué en medida este régimen ha servido para aumentar la inversión, algunos dicen que ha servido mucho, otros que nada, la certeza es que no se sabe con certidumbre plena (...) dado lo anterior es que si no estamos muy seguros seamos cautelosos (...) entendiendo que los riesgos son grandes y que sabemos relativamente poco respecto de los beneficios", afirmó el economista en el marco de la clase magistral dictada en la Universidad Santo Tomás.
En ese sentido, Velasco reiteró que "Chile necesita una reforma tributaria" y que esta no nos va a dejar "desalineados" del resto de los países ni "es el fin del mundo".
"Esta reforma tiene cosas buenas, menos buenas y otras derechamente inconvenientes", afirmó, y a su vez destacó que le parece positivo "gravar males en vez de gravar bienes", en relación al alza de los tributos a alcoholes y alimentos.
Asimismo, valoró lo propuesto en materia de impuestos verdes y el aumento del IVA a la construcción, "no hay argumentos económicos para dejarla exenta", aseguró.
Junto con lo anterior, destacó la modernización y el ajuste del régimen de renta presunta, ya que consideró que "como esta se presta para abusos", además de la consolidación de regímenes para la tributación de las pymes pues "no tiene sentido tener tres distintas" y el compromiso de retomar el equilibrio fiscal estructural al cabo de cuatro años, reduce incertidumbre e introduce disciplina.
No obstante, afirmó que existe una gran interrogante que tiene que ver con el impacto de la reforma en el incentivo para el ahorro y la inversión.
"Chile ahorra aproximadamente 21% del PIB y más de la mitad de ese ahorro es de empresas (...) si la reforma recauda 3% del PIB desde agentes con propensión baja al consumo y le traslada esos recursos al Estado para gasto, el impacto inicial es aproximadamente 1% del PIB, pero si las personas y las empresas que enfrentan mayores impuestos cambian su comportamiento, el impacto puede ser mayor que 1% del PIB", explicó.
"Cómo vamos a hacer para hacer una reforma que preserve los incentivos al ahorro entendiendo que buena parte del ahorro no la hacen los hogares, una parte lo hace el Estado y otra las empresas", cuestionó.