No exento de dificultades y críticas han sido los siete meses de trabajo liderados por el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), con el fin de llevar a cabo el proceso de consulta indígena para la creación del Ministerio de Pueblos Indígenas y el Consejo de Pueblos Indígenas.
Se trata de un proceso que debió hacerse con los nueve pueblos originarios reconocidos a lo largo de todo el país, con el propósito de dar cumplimiento al Convenio 169 de la OIT, ratificado por Chile en 2008.
En ese marco, hoy se abrirá el último paso de esta consulta en la emblemática región de La Araucanía. Esta etapa corresponde al proceso de diálogo entre los representantes de las comunidades y del Estado. Con ello, culmina un largo trabajo que comenzó con las etapas de planificación, información y deliberación interna de cada comunidad. En esta etapa, participaron autoridades de las diferentes agrupaciones, bajo el mando de lonkos, machis y dirigentes mapuches. Por parte del Estado, tuvieron presencia los seremis del MDS, intendentes, gobernadores, directores de la Conadi, alcaldes y concejales.
En concreto, hoy se espera que se cierre el proceso de diálogo, pudiendo el gobierno recibir de parte de las comunidades todas sus resoluciones internas, para comenzar el proceso de sistematización de dicha información. En el ministerio no manejan plazos para dar por cerrado por completo el proceso, que ya culminó en su totalidad en las regiones del Maule, O'Higgins y Magallanes.
A nivel nacional se contemplaron- en un comienzo- 58 localidades, las que se ampliaron a 122, a petición de las mismas organizaciones indígenas, lo que complejizó aún más el desarrollo de la consulta.
El primer gran escollo
Una de las primeras barreras que debió sortear en sus inicios el desarrollo de la consulta fue la férrea oposición de los pueblos originarios a los decretos 66 y 40, firmados en el gobierno anterior, y que se refieren a la consulta para proyectos de inversión y que contemplan, entre otras aristas, que el proceso de consulta podía comenzar una vez aprobado ambientalmente un proyecto.
Ambos decretos, a juicio de los pueblos, restringía y limitaba considerablemente la legitimidad de la consulta. Así, por ejemplo, en Arica fue rechazado el inicio del proceso, porque los pueblos no reconocían la validez de estos decretos para efectos de la consulta.
De ahí que desde Desarrollo Social, indicaron que se inició una mesa de trabajo para cambiar esos decretos y que esa decisión ayudó considerablemente a destrabar el inicio del proceso, que estaba corriendo serio riesgo por el rechazo de los pueblos.
"Había desconfianza"
La ministra de MDS, María Fernanda Villegas, explicó a DF la trascendencia de este período lo que, a su juicio, culmina con éxito la consulta.
"Este momento sella definitivamente que esta consulta ha funcionado y está permitiendo canalizar la participación de los nueve pueblos a lo largo del país con un método adecuado, donde además se han levantado otros problemas que se canalizarán en su momento, cuando un Ministerio de Asuntos Indígenas vea la luz", señaló.
También, reconoció las dificultades que se han debido sortear durante el tiempo en que se ha desarrollado la consulta: "Hay algunas complicaciones exógenas al proceso propiamente de la consulta y tienen que ver con que de entrada había mucha desconfianza histórica acumulada que no es fácil romper en un proceso de consulta.También, las características geográficas del país dificultaban logísticamente el llegar a 122 comunidades. Habíamos programado menos y tuvimos que adaptarnos a las solicitudes y eso también resultó una complicación que pudimos salvar", explicó.
Con estas razones y con la cercana concreción de una de las tareas que se le encomendó tras asumir el cargo y a fin de dar cumplimiento a las 56 medidas para los primeros 100 días,Villegas ha intentado apagar la oleada de cuestionamientos que ha recibido. Así, en las últimas semanas se la ha visto más activa en terreno y con una mayor presencia mediática.