DF Lab Opinión/ La Revolución de la Inteligencia Artificial en Chile: Un Futuro Prometedor

La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una de las fuerzas más transformadoras de nuestro tiempo, y en Chile, su adopción está marcando un hito sin precedentes en la historia empresarial del país. Un reciente estudio de Microsoft e IDC revela que el 74% de las grandes empresas chilenas incrementará su presupuesto de IA en los próximos dos años. Este dato refleja el compromiso de un país que está dispuesto a liderar la revolución tecnológica en la región y a apalancarse en tecnología de punta para aumentar su productividad y transformar sus negocios.

El mercado chileno de IA ha crecido un 26%, impulsado por sectores como manufactura, energía y comercio. Los líderes empresariales locales estiman que la IA genera un retorno de inversión de tres veces su costo, la cifra más alta de la región junto a Colombia. Este rendimiento destaca el potencial de la IA para transformar el ámbito empresarial y la economía nacional.

Además del alto retorno, el tiempo promedio para recuperar la inversión en IA en Chile es de solo 16,8 meses. La mitad de las empresas ha puesto en operación sus proyectos de IA en menos de seis meses, lo que demuestra su capacidad para adaptarse rápidamente y aprovechar oportunidades.

El estudio, comparando cifras globales y regionales, muestra que Chile no solo destaca por su rápida adopción de la IA, sino también por su enfoque en un desarrollo responsable y ético. Esto se debe a un marco regulatorio proactivo y la presencia de centros de investigación. El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha actualizado la Política Nacional de IA y su Plan de Acción, presentando un proyecto de ley para regular y promover el desarrollo ético de la IA con 177 acciones en tres ejes: desarrollo de talentos, fomento de la investigación y gobernanza y ética de la IA.

El sector privado también ha puesto su parte, y está comprometido con el uso responsable de la IA: el estudio muestra que el 54% de las organizaciones chilenas tiene principios claros para el desarrollo responsable de la tecnología y el 26% cuenta con un órgano de gobernanza que supervisa su adopción, situando a Chile a la vanguardia en la región.

Sin duda, 2024 ha sido el año de la implementación de la IA, donde adoptar estas soluciones ha pasado de ser una compra tecnológica a una decisión estratégica en los directorios. La capacidad de la IA para aumentar la productividad puede ser clave para solucionar el estancamiento de este indicador en la economía chilena y llevar a nuestro país a nuevos niveles de competitividad.  Chile tiene todo para demostrar que, con visión y compromiso, la inteligencia artificial puede ser un motor poderoso de desarrollo y progreso.