A 24 años del adiós a la banda cambiaria

Contexto

• A fines de los ‘90, la sequía del capital externo y la política contractiva del Banco Central llevaron al país a una recesión. Para defender la banda cambiaria, se aumentaron las tasas de interés, lo que trajo consecuencias en la economía, como una alza de los precios e inflación. Para frenar esta situación el ente emisor decidió suspender la banda cambiaria, dejando el dólar en libre flotación.
  
  

Para que funcionara la banda cambiaria se eliminó el encaje a los flujos de capitales.

Efectos positivos en la economía

La eliminación de la banda cambiaria permitió una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, mejoró la competitividad de la economía chilena y contribuyó a la estabilidad económica del país, manteniendo regulada la inflación. Este cambio en la política cambiaria fue un paso importante hacia la modernización y potenció la apertura económica de Chile.

Libre flotación del dólar

En 1999, Chile y el resto del mundo enfrentaron un complejo período en medio de eventos negativos que se desencadenaron a nivel global, como la crisis asiática y la rusa, la sequía, la crisis de especulaciones, entre otros.
Esto generó que se cortara el flujo financiero que llegaba al país, por lo que el tipo de cambio empezó a subir trayendo como consecuencia la incapacidad de cumplir con la meta de inflación que se había fijado.
Para lograr preservar la estabilidad macroeconómica, el Banco Central decidió realizar un ajuste, que contempló dejar en libre flotación el dólar.

Apertura económica

• Gracias a esto se produjo un aumento de las exportaciones, mayor inversión extranjera y un ajuste de los precios internos del país. Se potenció el crecimiento económico y Chile se posicionó para competir en los mercados internacionales. Además, sirvió para mantener controlada la inflación los años siguientes.

Mecanismo de prevención

Chile a fines de la década de los ‘90 se inspiró en otros países para cambiar su política monetaria. Hoy, a más de 20 años de implementada esta reforma, la lectura de los economistas es positiva. Ha funcionado como una variable de ajuste automático ante cualquier dificultad, y esto ha permitido que se siga con una Tasa de Política Monetaria con ciertos grados de independencia.