Ministerio de Desarrollo Social pone foco en la innovación y crea nueva área para articular programas

"Hay una gran innovación en abrirse a nuevas ideas y a otras formas de financiamiento para resolver problemas públicos", afirma Victoria Paz, directora de una recién creada área en el Ministerio de Desarrollo Social (MDS), que busca enlazar las hasta ahora dispersas iniciativas públicas que tienen por propósito dar respuestas innovadoras a desafíos sociales.

Periodista de la Universidad Católica (UC) e ingeniera comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y con dos magister, uno en Políticas Públicas en la UAI y otro en Economía en la Universidad de Barcelona, Victoria Paz comenzó a trabajar en el sector público en la Corfo. Ahí fue directora de Estrategia y Sustentabilidad hasta que Sebastián Sichel, ahora ministro de Desarrollo Social, se fue a La Moneda y la llevó con él.

"Cuando llegamos acá hicimos este paraguas, que es la innovación social, con la idea de articular actores y recursos para que se vayan moviendo las temáticas sociales de forma distinta a lo que se ha hecho hasta ahora. Por un lado, están los desafíos sociales, que son muchos, muy marcados y que se han arrastrado por largo tiempo. Y, entonces, se trata de darles nuevas soluciones, otros enfoques. Ahí están los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los Compromiso País, Innova Fosis, en fin. Y por el otro lado, está la necesidad recursos, porque está lo estatal, pero se necesita involucrar a los privados", explica.

-¿Ese es el concepto central de esta nueva área?

-Es una innovación muy importante, y una convicción también: los problemas públicos no sólo son estatales, son de todos y cuando es así, tienen que involucrarse las ideas de todos y los recursos de todos.

Nuevos contratos de impacto social

Dice que un foco importante en el trabajo que están realizando tiene que ver con la inversión de impacto. Ella es coordinadora de la mesa público privada que persigue impulsar esta nueva forma de unir "el carril social con el carril económico".

También está detrás del lanzamiento de los contratos de impacto social, que estaban considerados en el programa de gobierno, y que, según cuenta, están en sus etapas finales.

Dos serán licitados en 2020. En enero, uno sobre reinserción juvenil y el otro, relacionado con personas en situación de calle, en el segundo semestre.

Estos contratos consisten en que el Estado define una problemática determinada (reinserción de jóvenes, por ejemplo) y lo licita entre instituciones interesadas, a las que se les paga cuando cumplen la meta comprometida. En el intertanto, entre la licitación y el pago estatal, hay un fondo de inversión que pone el dinero, el que recupera al final.

"La idea es hacer eso en mucha escala, estos dos primeros son una especie de piloto. Es una forma muy distinta de hacer política pública, por eso ha demorado el diseño. Involucra recursos de privados y además asegura la calidad de la intervención", afirma. "Con estas dos licitaciones se echa a andar esta política de contratos de impacto", subraya.

-¿Cambia el trabajo del ministerio y de esta área que lidera tras el conflicto social que vive el país?

-Al igual que todos los ministerios, nuestra prioridad es aportar a restablecer las confianzas en nuestro país y a poner urgencia en aquellos aspectos que las personas han expresado como urgentes. Por supuesto en esto seguimos enfocándonos, la innovación y los diálogos que le han encomendado a nuestro ministerio son un gran desafío que se transforma en un imperativo de nuestra gestión.

-¿Cómo se aplica en este nuevo escenario su idea de que las soluciones a los problemas públicos o sociales deben buscarse con todos y no sólo desde el Estado?

-Se aplica absolutamente. Más que nunca las soluciones y aportes deben venir de los distintos actores.

"La inversión de impacto puede ser un gran aporte"

Victoria Paz dice que la inversión de impacto -aquella que realizan privados en problemas públicos- es complementaria a la filantropía y se ha convertido en una tendencia a nivel mundial muy grande. "Como país podemos ser pioneros y puerta de entrada en América Latina de estos fondos, es mucha plata moviéndose en el mundo de gente que está buscando inversiones y como país podemos captar eso", afirma.

"Hoy, nuestra primera prioridad es colaborar con los desafíos del país. La inversión de impacto puede ser un gran aporte a las temáticas prioritarias, y tenemos la confianza de que, como país, podremos llegar a los acuerdos necesarios para avanzar en esta y otras temáticas", dice.

-¿Cuál es el universo de problemas que se consideran aquí?

-Cuando abres la solución de los problemas, el ecosistema funciona bastante solo y el Estado puede relevar ciertas cosas, como los temas de las 16 mesas de Compromiso País.

-¿En qué van esas mesas?

-La primera etapa fue hacer el diagnóstico, cuáles son los 16 problemas y cómo se miden; la etapa dos, definir qué vamos a hacer y cada mesa empezó a diseñar pilotos, y en la etapa en que estamos ahora, es la de ejecución y escalamiento. Y aquí hay tres grandes opciones: uno es que ese piloto se convierta en una política pública. Otra es que se financie por otra vía, con un contrato de impacto social, con un fondo, por ejemplo. Y una tercera forma, que es muy valorable, es cuando las empresas comprometen cambios de largo plazo, como parte de su estrategia.

-¿A esta etapa todas las mesas llegaron en un nivel similar?

-Hay diferencias. Uno porque los problemas son súper distintos, y dos, porque tienen personas que son distintas también. El esfuerzo en todas fue muy alto.