Crean protección antisísmica a bajo costo para estanques de vino
Es una tecnología diseñada caso a caso, que ya fue transferida, y cuyo costo no supera el 5% del precio del contenedor.
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Con el terremoto del 27 de febrero de 2010, la industria del vino perdió más del 12% de su producción. Esta cifra pudo haber sido mayor, ya que como el terremoto ocurrió justo antes de la vendimia, las reservas de vino eran acotadas.
Como solución a este problema, el proyecto Fondef liderado por el profesor de la Facultad de Ingeniería de la UC, José Luis Almazán, ofrece protección antisísmica para estanques de vino. Se trata de una investigación que ya fue transferida a la industria a través de una licencia a la empresa Tersainox.
Según comenta Almazán, uno de estos protectores, que ya ha sido instalado en una bodega, cuenta con un sistema de disipación de energía. La estructura se vincula al suelo a través de unos pernos de anclaje, pero entre la estructura y el perno se coloca un elemento amortiguador. El otro sistema es de aislamiento sísmico, y para eso diseñaron dos opciones, de aislamiento horizontal y el otro de aislamiento tridimensional.
Los protectores antisísmicos, agrega, son una tecnología diseñada caso a caso, no universal. Hay que adaptarla a las condiciones de cada industria, al espacio disponible y a los materiales que se pueden usar.
Sobre otro aspecto importante, el costo, el profesor de la UC revela que “el objetivo siempre fue que no fuera más allá entre un 5% y un 10% del costo de un estanque o una estructura convencional. Eso fue lo más difícil de poder hacer, que fuera al menor costo posible”, dice respecto al valor que no supera el 5%.
“Tuvimos reuniones con viñas. A ellos les gustó mucho porque es una tecnología que está a la mano, que se puede fabricar en Chile, con proveedores que ellos conocen y los beneficios de su uso son importantes a un costo más que razonables, así que esperamos que de aquí en adelante empiecen a adoptar esta tecnología a cabo de 5 o 10 años y sea como un estándar”, proyecta.
Ahora, adelanta Almazán, trabajan en los aspectos finales de un diseño simplificado, una metodología que puedan usar los fabricantes de estos dispositivos, que debería estar operativo antes de fines de septiembre.