Por David Nogales
La extraordinaria vitrina que supone Internet para que avisadores muestren y anuncien sus productos y/o servicios está generando un lucrativo negocio que, aunque legal, amenaza con viciar las búsquedas en Internet.
Esta “corrupción” del sistema la están provocando las denominadas web spam, páginas de dudosa calidad que lo único que buscan es “engañar” a los buscadores, ubicándose artificialmente en la parte más alta de los resultados de las búsquedas y así conseguir ingresos por publicidad. Lo más probable es que usted ya se haya encontrado con una de éstas.
Por lo general proliferan en búsquedas del tipo “cómo” (hacer una torta, por ejemplo). Los resultados de esa acción despliegan una serie de páginas con nulo contenido -o que direcciona a otros sitios-, pero que están cargadas con publicidad.
La práctica tiene lógica. Una empresa que crea, por ejemplo, un blog con artículos relativos a productos que vende de manera online puede en poco tiempo generar un alto tráfico gracias a su posicionamiento en las búsquedas. Si de cada 100 visitantes, uno le compra, esa relación matemática puede solventar fácilmente la creación de esos artículos.
Granjas de contenido
Detrás de este crecimiento están las denominadas content farms o granjas de contenido, sitios especializados en crear el contenido “spam”. En su mayoría, son empresas que contratan a personas a las que les pagan entre US$ 20 y US$ 30 por escribir notas de escaso interés y mala calidad, pero ligados a términos muy buscados en Google o Bing y, por lo tanto, susceptibles de generar importantes ingresos publicitarios.
El problema es que la calidad de los resultados de las búsquedas termina siendo afectada. Por ello, Google se vio obligado a cambiar sus algoritmos para las pesquisas. Sin embargo, la tendencia apunta a que habrá que convivir con ellas por harto tiempo más en la red.
De hecho, según el buscador web Blekko, cada hora se crean más de un millón de páginas “web spam” en el mundo, lo que da luces sobre lo lucrativo de este nuevo negocio.
Diario Expansión de España publicó que la estadounidense Demand Media se propuso demostrar que hay negocio en la explotación de granjas de contenido. En su último ejercicio facturó US$252,9 millones, un 27% más, con pérdidas de US$5,3 millones. En enero completó una exitosa salida a bolsa: sus acciones subieron un 33% el día del estreno en el parqué. Y hoy tiene una capitalización bursátil de US$2.000 millones.