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La fórmula de Costa Rica para detener la deforestación

El país ha logrado aumentar su área cubierta de bosques de 26% a más de 55% en 30 años gracias a sus programas estatales de pago por servicios ambientales.

Por: Amanda Santillán R. | Publicado: Miércoles 30 de marzo de 2022 a las 04:00 hrs.
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Costa Rica es un referente a nivel mundial en cuanto a la conservación de bosques. En 1980 su área cubierta de bosques era de 26% y ha aumentado a más de 55% en la actualidad, según un estudio económico de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) de 2020.

"Al país se le catalogaba con una alta tasa de deforestación y a partir de ahí se crearon instrumentos dentro de las leyes forestales, incentivos y políticas para iniciar el proceso de revertir la deforestación. Se crearon parques nacionales y se empezaron a desarrollar incentivos", explica Gilmar Navarrete, director del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) de Costa Rica.

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En 1996 el gobierno, preocupado por la situación de deforestación, decidió tomar medidas para remediarlo. Se creó la Ley Forestal, que introdujo dos grandes cambios: la prohibición del cambio del uso de suelo y el programa de pago por servicios ambientales.

Así, nace Fonafifo, programa que tiene como objetivo beneficiar a pequeños y medianos productores mediante créditos u otros mecanismos de fomento del manejo de bosques.

"El segundo hito importante es que establece cuál es la fuente de financiamiento y es a partir del criterio del que contamina, paga", señala Navarrete.

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Fonafifo: pago por servicio ambiental

El programa cuenta con un presupuesto anual de US$ 25 millones, financiado principalmente por el criterio de "el que contamina, paga" y viene directamente de un impuesto a los combustibles, medida que también es parte de la Ley Forestal.

A partir de convocatorias públicas, dueños de fincas o predios -que deben estar previamente inscritos en el Registro Público- pueden postular a un pago anual por conservar los bosques.

Los beneficiados deben cumplir con obligaciones: no se puede extraer flora y fauna, se deben mantener los límites del predio limpios y claramente identificados. Además no pueden realizar ningún tipo de construcción en el área del bosque y deben proteger el área de cazadores y de incendios.

"Hay zonas en el país que tienen una alta incidencia de incendios. Entonces tienen que hacer prácticas dentro de la finca para reducir el riesgo. No vamos a decir que es evitar los incendios, pero al menos reducir el riesgo a partir de esas prácticas", señala Navarrete.

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Al año se reciben hasta 1.400 solicitudes para ingresar al programa, equivalentes a entre 100.000 y 120.000 hectáreas (ha). Sin embargo, el mínimo para postular es de dos ha y el máximo es de 300 ha, con la excepción de territorios indígenas que pueden ingresar hasta 1.000 ha. Además, año a año, el programa tiene la capacidad de sumar 40.000 nuevas ha al programa.

Navarrete afirma que el Fonafifo ha logrado tener un impacto en la conservación de bosques. "A través de este programa a lo largo de estos 25 años hemos logrado someter más de 1 millón de ha al programa y el país tiene 5 millones de ha, prácticamente un 20% del territorio nacional ha tenido la oportunidad de disfrutar de este pago".

Deforestación y cambio climático

Desde el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente destacan el caso de Costa Rica para recuperar y conservar sus bosques. El jefe de la Unidad de Mitigación del Clima, Gabriel Labbate, asegura que ha sido un "éxito" cómo el país ha logrado doblar su cobertura forestal.

"Fue un país pionero en el pago por servicios ambientales, también fue muy innovador. Tiene un impuesto a la gasolina hace muchos años -mucho antes de que se empezara a hablar del impuesto al carbono- y financia parte de su programa de pago de servicios ambientales a través de este impuesto a la gasolina", explica Labbate.

La conservación de bosques forma parte de la Acción por el Clima, el 13º Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, ya que la deforestación y la pérdida de bosques, se consideran como el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero a nivel mundial, después de China y Estados Unidos.

"Cuando pierdes una hectárea de bosque tropical, ahí tienes acumulado una cantidad muy importante de carbono, tanto en la materia vegetal como en el suelo. Cuando eso se corta, o se quema, ese carbono se libera muy rápidamente, casi de manera instantánea", señala Labbate.

Para llegar a la meta del Acuerdo de París y que el calentamiento global supere los 1,5° C se deberían cortar alrededor de 12 gigatoneladas en emisiones de carbono al 2030, señala Labbate. "Poder llevar la deforestación neta a 2030 nos dejaría eliminar 5 de esas 12 gigatoneladas", dice.

Sin embargo, el diagnóstico de deforestación mundial no es optimista y particularmente "no es bueno" para América Latina.

"La región sigue perdiendo bosques de manera muy importante. El caso más conocido es Brasil, donde la deforestación ha aumentado de manera muy significativa, pero también vemos pérdida de bosque importante en Perú, Bolivia, Paraguay y Argentina", apunta Labbate.

En cuanto a Chile, que con su pérdida de bosques emite tres millones de toneladas de dióxido de carbono, el experto señala que es un caso diferente al del resto de la región.

"En términos generales, se pierde bosque en Chile, pero un problema mucho mayor es la degradación de bosques, las emisiones de Co2 por degradación en Chile son aproximadamente cuatro veces más importantes que las que ocurren por deforestación".

Potencial en Chile

El decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales e investigador de la Universidad de la Frontera, Adison Altamirano, señala que en la década de los 90 se estimaba que en Chile habían 14 millones de hectáreas de bosque nativo.

Sin embargo, en la zona de Valparaíso hasta Los Lagos -incluyendo Chiloé- que es lo que se define como un hotspot de biodiversidad, se han perdido anualmente 12.800 ha de bosque nativo entre 2000 y 2016, según una investigación del experto publicada en 2020.

"Esto sigue ocurriendo hoy día y los bosques nativos se convierten en coberturas de suelo de transición, es decir, quedan como matorrales o terrenos desprovistos de vegetación, pero con el paso del tiempo estos pasan a ser otros tipos de coberturas más permanentes como pudiesen ser cultivos agrícolas o también plantaciones forestales", explica Altamirano.

Una perspectiva que Cecilia Smith, investigadora del Instituto de Ecología y Biodiversidad y de la Universidad de Los Lagos, comparte y asegura que un modelo como el de Costa Rica por el pago por servicios ambientales es algo que "el mundo científico ha estado pidiendo desde hace más de 10 años y no ha habido respuesta".

Apunta a que las principales causas de la deforestación y degradación de bosques hoy es la tala para leña, el monocultivo de eucalipto y pino, y la apertura de campo para la agricultura.

"No hay realmente ninguna razón para que alguien quiera conservar sus bosques, es más rentable hacerlo leña. Ahora hay prohibición de cortas, se ha detenido un poco la tasa de deforestación, pero aún así continúa la degradación y el pago detendría en parte esa degradación, más que la pérdida neta en superficie", señala Smith.

Mercado de carbono

A raíz de la pandemia y las cuarentenas, la economía de Costa Rica se vio golpeada y tuvo un recorte de 25% en el presupuesto del Fonafifo, razón por la cual han debido buscar otros caminos para seguir con el programa ambiental. La respuesta fue acceder a recursos del mercado internacional de carbono.

El año pasado firmaron con el Fondo Verde del Clima, instrumento financiero de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, un proyecto de US$ 54 millones por la comercialización del carbono recuperado por los bosques y plantaciones forestales del país, mientras que el proyecto del Fondo Cooperativo de Carbono Forestal del Banco Mundial, es de US$ 60 millones.

"A finales del año pasado ya recibimos el primer pago por el carbono comercializado de los años 2014 y 2015. Entonces es parte de este mismo ejercicio de búsqueda de recursos, porque el Fonafifo es un fondo que necesita no solo concentrar sus ingresos en una única fuente, sino que podemos diversificar para atraer más y poder sumar más áreas de bosque que se estén protegiendo en el país", afirma Navarrete.

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