En 2016, siguiendo tendencias mundiales de reciclaje, Chile promulgó la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP), una regulación que busca que las empresas se hagan cargo de los residuos que generan, con metas graduales de reciclaje en un plazo de 10 años. El país no partió de cero, ya que leyes similares operan en 40 países hace décadas.
Jorge Canals, abogado de Moraga y Cía y exsubsecretario del Medio Ambiente, explicó que la ley chilena se basó en las legislaciones de España, Alemania, Bélgica y Brasil. Esto se ha reflejado en crear un ecosistema de gestión de residuos con actores similares, que incluyen empresas productoras, sistemas de gestión (SIG) -a cargo de la recolección y valorización de los residuos domiciliarios e industriales-, gestores de residuos, y municipalidades.
Canals explicó que la legislación nacional cuenta con algunos aspectos propios, como la incorporación de la institucionalidad de libre competencia “para controlar de forma previa que los sistemas de gestión funcionen debidamente junto con el fortalecimiento de la asociatividad municipal para una correcta gestión de los residuos”.
La Ley REP por ahora solo abarca seis productos prioritarios: neumáticos; envases y embalajes domiciliarios y no domiciliarios; aceites y lubricantes; baterías; pilas, y aparatos eléctricos y electrónicos. En Alemania, en tanto, casi la totalidad de los residuos que produce el país se gestionan, mientras que España y Brasil, abordan unos 10 cada uno.
Este año entró en vigencia en el país el cumplimiento de las metas que establece la ley para neumáticos y en septiembre próximo, corresponde a envases y embalajes los primeros dos de los seis productos prioritarios.
“Tenemos grandes desafíos por delante. Nuestra tasa de valorización inicial es muy baja, en infraestructura hay muy poco desarrollo y falta establecer cómo la institucionalidad sanitaria cambia el enfoque de la gestión de residuos hacia la economía circular. Hay avances, pero se viene un largo camino para estar al nivel de otros países”, afirmó Canals.
En el mundo, las regulaciones de Alemania y España y son referentes de soluciones efectivas de reciclaje y valorización, en algunos productos, incluso, con tasas sobre el 80%. Y Brasil, se transformó en el primer país de la región en legislar en la materia.
Ley de Economía Circular alemana
Alemania fue uno de los primeros países en tener una legislación de reciclaje y economía circular. Bajo la normativa de la Unión Europea (UE) , promulgó la Ley de Economía Circular en 1996, que ha recibido una serie de modificaciones.
Annika Schüttler, Project Leader de Energía y Sustentabilidad de la Cámara Chileno-Alemana de Comercio (AHK), explicó que la legislación busca reducir la producción de residuos, fomentar un uso más sostenible de los recursos y cumple el rol de ser una ley madre, “ya que a partir de ella se han creado regulaciones de categorías más específicas, como la Ley de Envases”,dijo.
Schüttler señaló que en la Ley de Envases, como actores participan el gobierno federal con sus distintas instituciones; los sistemas duales; municipios; fabricantes de envases; gestores de residuos y los hogares, que cuentan con distintos contenedores para separar los materiales.
En relación a los sistemas duales -similares a los SIG de Chile- existen nueve a nivel nacional y su rol es recolectar materiales reciclables de los hogares, como vidrio, papel, cartón y plástico. El gobierno define cuotas de mercado y qué porcentaje de reciclaje deben alcanzar en cada producto, a través de un sistema que se regula y documenta por la Agencia Federal de Medio Ambiente de Alemania.
A la fecha, hay más de 50 mil empresas reguladas por la Ley de Envases, la que ha permitido que el 96,9% de los residuos de envases generados en Alemania en 2020 fueran reciclados o utilizados para generar energía.
No obstante, Schüttler advirtió que hay desafíos. “La mayoría de las dificultades se dan en los hogares, en cómo se separan los residuos en los contenedores. Se ha dado un conflicto con la Ley de Protección de Datos Personales, ya que si se revisan los contenedores para ver qué hay dentro, de cierta forma se invade la privacidad de las personas. Esto ha hecho que hoy alrededor del 30% de los residuos no se separen correctamente, lo que dificulta el reciclaje y sube los costos”.
Ley de residuos en España
España, bajo la normativa de la UE, promulgó en 1997 la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que ha sufrido una serie de modificaciones hasta llegar a la Ley 7/2022, la que incluye un apartado sobre la Responsabilidad Ampliada del Productor.
Óscar Martín, exCEO de Ecoembes -único sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) de envases ligeros (papel, plástico, metal, aluminio y cartón)- y presidente de la Extended Producer Responsibility Alliance, comentó que para el país, el proceso de gestionar y reciclar fue un aprendizaje desde cero.
“Las municipalidades no tenían recogida diferenciada, las empresas no tenían interiorizado el concepto de la sostenibilidad y la circularidad, y había que acercar al ciudadano a las infraestructuras necesarias para el reciclaje, con un mensaje homogéneo y sencillo”, dijo.
En esta ley participan cuatro grupos de actores: las empresas productoras; instituciones públicas como el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con un sistema de fiscalización basado en la trazabilidad, y los municipios; el ciudadano, que cuenta con contenedores en sus hogares y puntos limpios en espacios comunes; y los SCRAPS, que gestionan la recolección de residuos.
Hoy , unas 12.900 empresas están afectas a la ley, con tasas de reciclaje de 83%, en comparación al 5% de envases ligeros previo a la regulación.
Martín señaló que uno de los retos de la ley es “el financiamiento. Siempre se puede desarrollar más, ya que es clave para que esta estructura funcione, además de que siguen siendo necesarios los incentivos para fomentar la innovación en la composición de los envases por materiales más sustentables”.
Política de Residuos Sólidos en Brasil
En 2010, Brasil fue el primer país en Sudamérica en tener una ley de este tipo, al promulgar la Política Nacional de Residuos Sólidos (PNRS).
Ricardo Garcia, presidente del consejo de administración de Giro, asociación de recolección brasileña, señaló que esta ley, que se aprobó tras 25 años de discusión en el Congreso, busca reducir la cantidad de residuos en rellenos sanitarios y vertederos e integrar la gestión de residuos sólidos en Brasil.
“La ley tiene dos puntos importantes. Cada gobierno local debe crear su propio Plan de Manejo de Residuos Sólidos, en el cual se fijan las metas y cobertura de reciclaje, de acuerdo a los estándares de Brasil; y como parte de esta ley está la logística inversa, que busca devolver los envases luego de su posconsumo al inicio de la cadena productiva a través de recogida selectiva”, explicó.
Similar a otros países, los actores que participan en esta legislación son los fabricantes e importadores; consumidores; cooperativas de recolección u otras formas de asociación que pueden crear las empresas para cumplir con la logística inversa; los gobiernos federales, y los recolectores de residuos, similares a los recicladores de base chilenos.
La ley tiene entre sus metas lograr un 48% de valorización de residuos sólidos urbanos, con reciclaje,compostaje, biodigestión y valorización energética a 2040.
A la fecha, regula a más de 10 mil empresas de envases y ha permitido que Brasil alcance tasas de reciclaje de un 4%, “un porcentaje muy bajo en comparación a los demás países con leyes de este tipo”, afirmó el experto.
Garcia dijo que esto se debe a las dimensiones de Brasil, lo que vuelve “muy complejo realizar una gestión debida de los residuos, ya que influyen factores como el transporte y la falta de infraestructura para la valorización y reciclaje en todo el territorio. Además, aún falta mucho trabajo en cambiar la mentalidad de las personas para que entiendan que la economía circular y el reciclaje hoy son cruciales”.
Periodismo de soluciones
- En esta edición, DF incluye un nuevo artículo de la serie de “Periodismo de soluciones”.
- Este concepto da cuenta de una tendencia que busca poner en primer plano acciones que están dando resultados en resolver distintos problemas sociales y económicos.
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