La ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, tiene en su bitácora más de un intento por reformar el sistema previsional chileno.
En 2017 y principios de 2018 -desde su rol de subsecretaria de Previsión Social- le tocó impulsar la reforma en Bachelet II, la que no logró ver la luz.
Ahora, su cartera encabeza un tercer intento. “No ha sido fácil. La reforma previsional es un tema que ha costado que salga en el país, no solo en los dos Gobiernos anteriores, sino que también en este Gobierno”, reconoce.
“Es un dato de realidad que hay que tener a la vista para efectos de estar bien claros en lo que vamos a poder legislar o no”, sostiene.
“Así como el 4% y 2% es posible, hay otras distribuciones del seguro social que podrían serlo, como por ejemplo el 3% y 3%. Sin embargo, cada punto que se le resta al seguro social, significa que las pensiones suben menos ahora y eso tiene que ser muy transparente para la ciudadanía”, señaló la ministra.
“La cobranza previsional y el aporte previsional voluntario entraría en una segunda fase, lo que va a ser más rápido de llegar a un acuerdo porque son temas importantes, pero que no generan grandes diferencias”, anticipó.
Respecto a la derogación o no del D.L. 3.500, la ministra dijo que “depende de cuánto cedan desde la oposición para conversar los temas que son más sustantivos y que mejoran las pensiones”.
“La oposición se ha mostrado muy dura en torno al tema de pensiones, tanto así que, lo que hace dos años les parecía muy bien -que era mandar un 3% a solidaridad y un 3% a capitalización individual- hoy desde esa posición han retrocedido y ya no les parece válido lo que proponían hace tan poco tiempo”, criticó.
Para lograrlo, la secretaria de Estado anunció que el Ejecutivo va a alivianar el actual proyecto de ley y en entrevista con DF anticipa el contenido de las indicaciones, aquellos temas que quedarán para una segunda etapa legislativa y las posibilidades de acuerdo en el Congreso.
- ¿Cuándo se presentarán indicaciones de la reforma de pensiones?
- Uno de los compromisos que tenemos es que la construcción del acuerdo requiere tiempos adecuados propios de la conversación política. Por eso se decidió postergar el inicio de las indicaciones, pero esta convicción también se acompaña de la certeza de que este trámite no puede eternizarse y por tanto, las indicaciones se van a ingresar a fines de mes.
- ¿Qué implica concretamente alivianar el proyecto?
- El proyecto de ley contempla distintas materias. Se hace cargo de elementos que son centrales para subir el monto de las pensiones hoy y de otros que son mejoras que se producen en el sistema con impacto de mediano y largo plazo.
Lo que se va a dejar en esta primera etapa legislativa del proyecto es la centralidad de las normas que suben el monto de las pensiones: la creación del seguro social, la división de la industria y la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Esto significa que una vez que logremos avanzar con estos primeros tres elementos centrales vamos a poder ingresar otras temáticas que también influyen, pero que van a quedar para un segundo momento legislativo, como son la mejora de la cobranza previsional y las mejoras al pilar de ahorro voluntario en materia de pensiones.
- ¿Se eliminará la “Cuenta 2”, los depósitos convenidos o implica hacer una revisión de eso?
- Va a hacerse una revisión porque en la mesa de expertos con los partidos políticos se recogieron bastantes ideas que son bien positivas.
La táctica legislativa que se va a llevar adelante tiene que ver con la posibilidad de avanzar más rápido. Hay que concentrarse en lo que produce mejor resultado sobre lo que se espera, que es subir el monto de las pensiones.
- ¿Va a haber una segunda etapa en la tramitación legislativa, pero en un mismo proyecto?
- No lo hemos definido, pero sí es posible que, por ejemplo, cuando salga despachada la primera parte de la reforma –seguro social, división de la industria y PGU – al Senado, pueda entrar a la Cámara lo otro. Es una definición que hay que hacer con el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde.
- ¿Qué es lo que quedará para la segunda fase?
- La cobranza previsional y el aporte previsional voluntario entrarían en una segunda fase, lo que va a ser más rápido de llegar a un acuerdo porque son temas importantes, pero que no generan grandes diferencias. Esto tiene que ver con un tema de eficiencia legislativa.
División de la industria
- ¿Qué queda dentro del eje de reorganización de la industria? ¿La licitación por stock por ejemplo?
- Sí. Se recoge principalmente la idea matriz del proyecto que es dividir la industria de pensiones, generando actores privados y públicos que puedan tener una separación de funciones entre el soporte y la inversión, donde el soporte se centraliza a fin de producir economías de escala, y que en la inversión puedan entrar más actores, y haya una competencia pública que se norme bajo las mismas condiciones que el sector privado.
Esto se complementa con una licitación de stock (de afiliados) que viene precisamente recogida de las opiniones que los técnicos dieron en la discusión del proyecto de ley, que busca incentivar la competencia.
- ¿La reorganización de la industria sería similar a la AFC, como se vio en la mesa técnica?
- Sí, claro.
- ¿Y cambiar al actual modelo de comisiones a uno por saldo?
- Sí. Es parte del proyecto el cobro por saldo. Las opiniones que hemos recibido contemplan ponerle aún más atención al proceso de transición, así que también vamos a introducir algunas mejoras porque nos parece que son atendibles las observaciones.
- ¿Los fondos generacionales también están en la primera fase?
- También están incluidos.
- ¿Las comisiones de intermediación no están consideradas en la primera etapa?
- Cuando pasas al régimen de comisión por saldo tienes que hacerte cargo del esquema de comisiones. Eso, en todo caso, todavía está en conversación con los técnicos.
- ¿La derogación del D.L. 3.500 va a ser parte de la primera etapa, de la segunda o de ninguna?
- Sin duda se instala como un tema más político que técnico y todo depende de cuánto cedan desde la oposición para conversar los temas que son más sustantivos y que mejoran las pensiones.
- Respecto del seguro de longevidad, ¿está descartado o se negociará en el Senado?
- No, estamos evaluando alternativas porque es una buena idea que tiene riesgos en su implementación y tenemos que hacernos cargo es cómo esos riesgos se pueden disminuir. Vamos a tener una conclusión sobre la materia prontamente.
- Hay quienes señalan que se podrían ir los 6 puntos de cotización en un seguro de longevidad y no el 1,8 que plantean algunos sectores. ¿Les preocupa eso?
- Nosotros tenemos cálculos que indican que menos del 6, pero más del 1,8.
El destino del 6%
El proyecto de reforma previsional se encuentra en la comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara y se espera una dura discusión en torno al 6% de cotización adicional.
- ¿Cómo va a seguir la tramitación legislativa en la comisión este mes?
- Va a depender de la tabla que defina el presidente de la Comisión, Juan Santana, pero sin duda el debate previsional si ha esperado tantos años, tres semanas más no van a hacer la diferencia en contra. Solo podría ser posible que lo hagan a favor, lo cual sería una buena noticia para Chile.
- Dado la fecha de las indicaciones, ¿el proyecto no tendrá urgencia?
- Ahora no.
- ¿Cree que es posible alcanzar un acuerdo en la Cámara o ve más posibilidades en el Senado?
- Creo que es posible alcanzar un acuerdo en ambas Cámaras.Ha sido muy difícil, pero no lo veo como imposible ni tampoco como improbable. Tenemos toda la disposición como Gobierno para hacerlo. El punto es qué cree la derecha, es ahí donde está la pregunta.
- El presidente de la comisión de Trabajo ha dicho que llegó el tiempo de poner el proyecto en tabla dado que no había flexibilidad por parte de la oposición...
- La oposición se ha mostrado muy dura en torno al tema de pensiones, tanto así que lo que hace dos años les parecía muy bien -que era mandar un 3% a solidaridad y un 3% a capitalización individual- hoy desde esa posición han retrocedido y ya no les parece válido lo que proponían hace tan poco tiempo.
- El fin de semana usted dijo que si para la derecha ceder era llevar todo al 6% a capitalización individual, eso no iba a ocurrir ¿hasta dónde está dispuesto a ceder el Gobierno?
- Lo central para el Gobierno es el seguro social, y en ese sentido, un seguro social que sea suficiente para subir el monto de las pensiones es lo que fija el límite de la negociación. Hoy, con un 4% todavía podemos entregar una garantía por año cotizado a los pensionados y además, eliminar la inequidad que se produce entre hombres y mujeres por expectativa de vida.
Pero si seguimos bajando de eso el seguro social va perdiendo fuerza y por tanto, por cada punto que se baja suben menos las pensiones y eso hace que la idea central del proyecto de ley pierda fuerza, que es subir las pensiones ahora.
- ¿Cómo ve en términos de negociación política y de espacios poder alcanzar un acuerdo la opción de 3% y 3%?
- Así como el 4% y 2% es posible, hay otras distribuciones del seguro social que podrían serlo, como por ejemplo el 3% y 3%. Sin embargo, cada punto que se le resta al seguro social, significa que las pensiones suben menos ahora y eso tiene que ser muy transparente para la ciudadanía.
- Usted ha dicho que está con optimismo moderado ¿sigue con ese ánimo o ha ido cambiando en el tiempo?
- Mantenemos como Gobierno el optimismo moderado, sin perjuicio de que se ha puesto bastante tensa la discusión, sobre todo cuando la derecha extrema la posición y lo lleva al 6%-0% o al 0%-6%.
Las iniciativas laborales que el Gobierno espera despachar prontamente
Ley Sanna, Ley Karin y el Convenio 176 de la OIT de estándares internacionales de seguridad y trabajo en la minería también marcan la agenda de Jara.
La reforma de pensiones no es la única iniciativa que copa la agenda de la ministra Jara. También dedica buena parte de su tiempo a otros proyectos que están en el Congreso, como la Ley Sanna, la Ley Karin y la ratificación del Convenio 176 de la OIT.
Jara cree que han tenido buena recepción en el Congreso porque “vienen precedidas -en la mayoría de los casos- de amplios acuerdos tripartitos”.
En la Ley Sanna, recordó que refuerza un instrumento de seguridad social que partió con un seguro en el Gobierno de la exPresidenta Bachelet. “Años después, se fortalece el acceso a ese permiso para padres y madres con hijos con enfermedades graves” y que “incorpora una quinta contingencia”, ampliando el acompañamiento -por parte de padres y madres- a niñas y niños mayores de un año y menores de cinco años que requieren hospitalización en UCI o UTI.
Jara adelantó que espera que sea despachada en “máximo dos semanas”.
Además, por estos días la ministra no oculta su preocupación ante los últimos accidentes fatales en la minería. “Es muy delicado porque a la fecha ya se alcanzaron los mismos índices de fatalidad que el año pasado completo”.
Junto con la tramitación en el Congreso de la ratificación del Convenio 176 de la OIT -estándar internacional de seguridad y salud del trabajo en el sector minero- que están impulsando, hizo un llamado a los empleadores del sector para que eleven los estándares de seguridad y salud en el trabajo. “Ningún trabajador puede salir de su casa y después no volver o volver mutilado, y de eso hay que hacerse cargo”, sentenció.
Además de acelerar el trámite legislativo, afirmó que está conversando con la ministra de Minería para generar un proceso de fortalecimiento de los estándares de seguridad y salud laboral.
Por último, se refirió al pronunciamiento de la Dirección del Trabajo sobre el teletrabajo y presencialidad. “La Dirección del Trabajo, en el uso de sus facultades técnicas, emitirá un nuevo ordinario para aclarar el anterior y que generó dudas. Hay que hacerse cargo de eso, no se puede desconocer cuando algo así ocurre”, dijo.
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