Polémico resultó ser el informe final de la mesa técnica por el retiro programado que convocó la presidenta de la Asociación de AFP, Alejandra Cox, y que contó con la participación de Cecilia Cifuentes, Andrea Tokman, Ann Katharine Clark, Gonzalo Edwards, Roberto Fuentes y Patricio Basso.
Lo anterior, porque la instancia se dedicó a analizar la propuesta que Basso realizó, en conjunto con la senadora Ximena Rincón, determinando que las estimaciones del matemático no coinciden con los cálculos de la llamada "Comisión Cox".
El exacadémico de la Universidad de Chile proponía, en términos generales, dividir en dos el período de jubilación: una primera parte que está compuesta por la esperanza de vida de las personas al momento de jubilar, la que sería financiada por sus propios ahorros, mientras que la segunda sería costeada por el Estado si se supera la expectativa de vida.
Ello, a partir que Basso sostiene que una gran cantidad de pensionados por retiro programado mueren dejando una importante cantidad de recursos en sus cuentas de capitalización individual, los que se destinan a sus beneficiarios. La cifra que él calculaba era de un 72,5% promedio del total de los ahorros de los jubilados, tomando una muestra de fallecidos entre 2007 y 2019.
Sin embargo, y tras una evaluación de los números, los restantes miembros de la mesa técnica llegaron a estimaciones muy diferentes.
"El análisis conjunto de la mesa, de la cual participó (Basso), reveló que el saldo promedio de los fallecidos es 25% y la mediana es 0%. Es decir, el 58% de los pensionados en retiro programado utilizó la totalidad de su saldo al momento de fallecer", dice el reporte, que finalmente -y como se había previsto- Basso no firmó.
El informe indica que, al calcular el saldo en la cuenta individual de un pensionado cuyo fallecimiento coincide con las expectativas de vida que señalan las tablas de mortalidad, el saldo remanente ronda entre 20% y 25%, monto que es recibido por sus beneficiarios.
"Con lo anterior concluimos, que, el retiro programado utiliza un 75% del saldo en promedio en pagar pensiones de los afiliados y más de la mitad termina con saldo cero en su cuenta al fallecer, lejos de la sensación que deja con su afirmación, por lo cual este no sería un punto que esta mesa debía resolver", apunta el documento.
De acuerdo con cercanos a la instancia, la diferencia se produjo porque Basso no consideró entre sus estimaciones a los pensionados que fallecieron sin saldo.
Las PBU para la cuarta edad
Como se había informado previamente, una de las propuestas centrales de la mesa técnica es la implementación de una Pensión Básica Universal (PBU) para la cuarta edad, similar a como podría operar un seguro de longevidad. Ello, mientras la tercera edad se financia con los recursos acumulados de cada afiliado. El reporte destacó que esta es una propuesta para todo el universo de pensionados y no solo para los que optaron por retiro programado, como lo había presentado Basso en su idea. Además considera a los beneficiarios.
A pesar de que la comisión no propuso una cifra para una eventual PBU, realizó estimaciones considerando la línea de la pobreza, es decir, UF 6. En ese sentido, se estimó que esta propuesta significaría un costo total aproximado que iría desde los US$ 748 millones en 2022, con casi 250 mil beneficiarios, hasta los US$ 1.995 millones en el año 2050, con alrededor de 650 mil personas beneficiadas.
Considerando que esta medida reemplazaría el Aporte Previsional Solidario (APS) para los mayores de 85 años, con lo el gasto fiscal adicional sería de US$ 912 millones a 2050.
"La aplicación de un beneficio estatal en la cuarta edad genera dos efectos importantes: un aumento en las pensiones, la cual dependerá del monto del beneficio estatal y el ahorro del pensionado; y evitar una caída significativa en los ingresos para aquellos que eligen retiro programado. Se logra de esta forma un objetivo altamente demandado por los actuales y futuros jubilados; mayor certeza en los montos de sus pensiones, junto con la garantía de no enfrentar la cuarta edad con una pensión inferior al monto que se establezca como Pensión Básica Universal de cuarta edad", dice el informe.
Las otras propuestas
Además de la PBU para la cuarta edad, la comisión también propone eliminar el llamado "factor de ajuste". Este mecanismo reduce el monto de las pensiones por retiro programado, con el objetivo de acumular recursos para edades más avanzadas. Con la implementación de una Pensión Básica Universal, este factor no tendría sentido. Esto beneficiaría a más de 50.000 personas que ven descontado un 3% promedio de sus jubilaciones.
También se propone eliminar los requisitos para optar a una renta vitalicia, que es tener recursos en las cuentas de capitalización individual que puedan financiar de forma proyectada una Pensión Básica Universal.