Verano, calor, todavía hay gente que no se fue de vacaciones y eso provoca que el ánimo en las oficinas cambie. El cansancio se nota y las vacaciones todavía se ven lejanas para quienes les toca quedarse en la empresa. Al cansancio de todo un año laboral se suma ese esfuerzo final que hubo que realizar para la producción de cierres, informes y balances. Y una ciudad que agobia con altas temperaturas.
Es por esto que en esta época del año, es fundamental generar confianza, buen clima de trabajo, ser más proactivos que nunca y buscar las oportunidades. Es un último empujón antes del esperado y merecido descanso.
La motivación es un elemento fundamental para el éxito de cualquier compañía, ya que de ella depende en gran medida que se lleguen a cumplir los objetivos de la empresa. Lo cierto es que todavía muchos sectores no se han percatado de la importancia de estos temas y siguen ignorando la relevancia del factor humano. Sin embargo, todo se trata de atraer y retener los recursos humanos. El verano es el momento de retener. Para quienes tienen una posición de liderazgo, es importante ejercerlo claramente y ser los primeros en tener una actitud proactiva 100%, ya que la gente que forma parte del equipo lo tendrá como referente.
Si quien está en esa posición no demuestra entusiasmo, ¿por qué lo van a hacer los que están por debajo? Por otra parte, hay que aprovechar todas las características positivas de cada persona y de la organización, y utilizarlas en la búsqueda de nuevas oportunidades. Renovar los esfuerzos y la vitalidad para mantener el nivel que se ha tenido durante todo el año pasado. Y en ese sentido, algunas claves para poder llevar adelante con éxito el trabajo en verano son: recordar la importancia de escuchar y estar atento a lo que sucede dentro de la compañía, respetar las opiniones de los equipos de trabajo, darles espacio para que puedan expresarse, y premiar y reconocer el desempeño, el esfuerzo de los que no que fueron de vacaciones aún y estar disponible para dudas y consultas con buena predisposición.
Por último, brinde un panorama de lo que vendrá. Qué oportunidades futuras van a aparecer, cuál es el panorama para este año que comenzó, que nuevos objetivos se planteará la empresa. Es importante tener esto en cuenta porque un empleado no motivado influye más de lo que se advierte: aparte del costo obvio de una menor productividad, hay que tener en cuenta el posible efecto dominó que podría desencadenar en la compañía.