Los trabajos por turnos pueden dañar la vida familiar y personal de los trabajadores que los cumplen y, en contra de lo que se suele pensar, el nocturno no es el peor. Casi todos los expertos consultados coinciden en señalar que la rotación presenta múltiples obstáculos para establecer una rutina familiar.
El trabajo por turnos no sólo es perjudicial para la salud, sino también para la capacidad social de los empleados. Los profesionales con horarios fijos pueden encajar su vida familiar con más facilidad que aquellos que rotan cada semana. Los ritmos biológicos de éstos últimos no terminan de acostumbrarse a los cambios de horarios y suelen arrastrar una fatiga que puede perjudicar también su vida laboral. El horario de tarde y el nocturno tampoco son los más recomendables, pero permiten una cierta rutina personal.
Según Laura Sanz, directora de oficina de Randstad, “los turnos más complicados son los de tarde y noche, aunque el simple hecho de rotar afecta a las relaciones personales”, pues “no se puede crear un hábito de vida personal por el cambio constante que sufren”. Los turnos de tarde y noche, en cierto sentido, permiten una cierta interacción con la vida personal, mientras que el cambio constante es lo que desbarajusta la vida familiar que requiere de una rutina diaria.
Y es que si la rotación es mala, peor es cuando no se tiene un turno establecido. Hoy en día, hay quienes trabajan por encargo. Son los denominados freelance, quienes dependen de los plazos que se les impongan. En estos casos los turnos son prácticamente inexistentes. Estos profesionales dependen de un ritmo de trabajo deslavazado y es más que complicado compaginar la vida familiar con un horario no establecido.
Evaluación de riesgos
En ese contexto, los expertos sostienen que lo ideal sería que cada trabajador pudiera elaborar su propia rutina de trabajo para poder compaginar sin problemas todas las esferas de su vida, pero la realidad impone otras normas. Dentro de estas reglas, que el calendario laboral esté fijado con antelación siempre permite encajar las responsabilidades personales en el día a día laboral, señala el doctor José Ramón Azcona Castellot, subdirector del servicio médico de la Sociedad de Prevención de Maz Seguridad Laboral.
El facultativo advierte que el turno de noche es el que menos posibilidades deja para formar una familia, pero el rotativo apenas permite dibujar un hábito de vida personal. De este modo, todos aquellos empleados que dependen de un turno deberían pasar por una evaluación de riesgos, cada año o cada dos años, para determinar que ese trabajador es apto para el turno en el que realiza sus funciones sin restricciones y sin riesgo personal.