La economía española se encuentra en una
situación de estancamiento y tendrá un crecimiento "débil o muy
débil" en los próximos meses, según el presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, al que la oposición acusó de no tener
respuestas eficaces frente a la crisis.
Zapatero acudió hoy a petición propia a un debate extraordinario
en el Congreso de los Diputados (cámara baja del Parlamento) para
hablar sobre la situación económica que afecta al país y que llevó a
la Comisión Europea a vaticinar que España entrará en recesión en el
segundo semestre de 2008.
El crecimiento español en el segundo trimestre de este año fue
del 0,1 por ciento. Hoy Zapatero auguró que en el conjunto de 2008,
el crecimiento será del 1,6 por ciento, y en 2009, del 1 por ciento.
España creció el pasado año un 3,7 por ciento.
El jefe del Ejecutivo presentó solo dos nuevas iniciativas para
atajar la desaceleración económica, centradas ambas en el sector
inmobiliario, el más castigado por la crisis, con un gran número de
perdida de puestos de trabajo tras haber sido en los últimos años el
motor de la economía española.
Las medidas anunciadas para animar el alicaído mercado de la
vivienda consisten en una dotación inicial de 3.000 millones de
euros (4.200 millones de dólares) para avalar la refinanciación de
deuda de los constructores y promotores inmobiliarios que pongan en
alquiler viviendas ahora a la venta y que no logren comprador.
La segunda prevé la creación de sociedades cotizadas de inversión
con un régimen fiscal favorable para facilitar liquidez a las
empresas inmobiliarias.
Zapatero reconoció que "atravesamos una situación difícil y
complicada caracterizada por un rápido empeoramiento de la economía"
que hacen presagiar meses "duros y complicados" después de que la
economía española haya sufrido "un brusco frenazo".
Y ante esta coyuntura, en la que "no pocas empresas encuentran
dificultades de financiación", el jefe del Gobierno pidió un
esfuerzo colectivo e intentó enviar un mensaje de confianza a los
ciudadanos ante la creciente preocupación por los datos económicos,
como la subida del desempleo.