El volumen de ventas de los
comerciantes brasileños creció en agosto un 9,8% frente al
mismo mes de 2007, por debajo de la expansión del 11,3% de
julio, y comenzó a reflejar una desaceleración como consecuencia de
la crisis financiera internacional, informó hoy el Gobierno.
Según los datos divulgados por el estatal Instituto Brasileño de
Geografía y Estadísticas (IBGE), las ventas de los comerciantes
aumentaron un 1,1% en agosto frente a julio en volumen y
un 1,2% en valor en la misma comparación.
En los primeros ocho meses del año las ventas del comercio
acumulan un crecimiento del 10,6% en volumen y del 16,4% en valor.
Pese a esa significativa expansión y a que la crisis financiera
internacional comenzó a agravarse en septiembre, el comercio
brasileño comenzó a sentir ya desde agosto una restricción al
crédito, cada vez más caro, según el Instituto.
Los datos del estudio contradicen el optimismo del gobierno
brasileño, que insiste en que Brasil está a salvo de la crisis
financiera y que la misma solo afecta el crédito a las exportaciones
y las captaciones externas.
De acuerdo con el economista Nilo Lopes de Macedo, coordinador
del estudio del IBGE, el sistema financiero, ante el temor de un
agravamiento de la crisis, comenzó en agosto a ser más riguroso en
la concesión de créditos y a elevar sus tasas de intereses.
El economista dijo que la tasa promedio de interés cobrada por
los bancos sobre préstamos personales aumentó del 53,59% al año en
julio hasta el 54,49% al año en agosto.
El sector que más impulsó las ventas en agosto fue el de
alimentos y supermercados, que es uno de los que menos depende del
crédito y que responde por cerca del 45% de las ventas.
Según el economista, las ventas de alimentos aumentaron en agosto
un 7,8% frente al mismo mes del año pasado, y permitieron
que el sector en general registrara un crecimiento en el mes,
gracias a que los precios de los alimentos comenzaron a caer.
El especialista aclara que el desempeño de las ventas de
alimentos y supermercados será el menos afectado por la crisis
financiera debido a que es un sector vinculado directamente a la
renta de la población, que continúa creciendo.
Los sectores más dependientes del crédito, como automóviles,
material de construcción y electrodomésticos, sí serán afectados por
la crisis, agregó.
"Serán afectados principalmente los productos importados y los
que son vendidos a crédito, que encarecerán debido a la depreciación
del real frente al dólar y al encarecimiento del dinero", explicó.
Las ventas de automóviles, tras haber crecido un 26% en
julio en comparación con el mismo mes del año pasado, apenas
aumentaron un 3,7% en agosto.