El presidente del Banco Central
Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, apostó hoy por el aumento de la
cooperación internacional entre instituciones y poderes públicos
para combatir la crisis financiera.
"Es el momento de que todos pasemos a la acción, el sector
privado además de las autoridades públicas", dijo Trichet en una
conferencia en el Club Económico de Nueva York.
Explicó que "el significativo impacto de la crisis del mercado de
las hipotecas subprima de EE.UU. en otras partes del mundo pone de
manifiesto la importancia de mejorar la cooperación entre las
autoridades nacionales, tanto para prevenir como para resolver".
"No es momento para la complacencia. Las autoridades públicas
deben estar alerta, decididas y eficaces a nivel mundial", ya que
"éste no es un problema sólo de los países industrializados; es una
cuestión mundial que tiene que afrontarse con la plena participación
de los países emergentes".
En su opinión, "los bancos centrales están tomando todos los
pasos necesarios para detener la espiral descendente" de los
mercados, y las decisiones más recientes "han demostrado de nuevo su
determinación al respecto".
En ese sentido, recordó que a medida que se han sucedido las
"turbulencias del mercado financiero, los bancos centrales han
reforzado su ya destacable nivel de colaboración", que está
permitiendo adoptar medidas desconocidas hasta ahora para combatir
la escasez de liquidez y liberar la presión de los mercados.
Trichet insistió en que su "primer objetivo" como presidente del
Banco Central Europeo es mantener la estabilidad de los precios.
Defendió que la reciente decisión de bajar en medio punto los
tipos de interés de referencia de forma coordinada entre varios
grandes bancos centrales se pudo tomar porque los riesgos
inflacionarios han descendido.
"Estamos haciendo, y seguiremos haciendo, todo lo necesario para
aportar la liquidez requerida preservando a la vez el sólido anclaje
de las previsiones de inflación. Sin embargo, no podemos, ni
debemos, asumir el papel del poder ejecutivo", explicó.
Por ello, dijo que hay que "pasar a la acción" y pidió a "las
instituciones financieras privadas y los participantes en el mercado
que se comporten sabia y prudentemente, y con un sólido sentido de
la responsabilidad", ya que "es momento de guardar la compostura".
Recordó que "las instituciones financieras son las responsables
últimas de asegurar que todo riesgo relevante, incluido el relativo
a la liquidez, está adecuadamente integrado en su política de
gestión de riesgos".
Trichet consideró de "extrema importancia" la plena y pronta
implementación de los principios y recomendaciones de mejores
prácticas ya diseñados por el sector público y privado.
Respecto a las medidas adoptadas en Europa para afrontar la
crisis, el presidente del BCE reconoció estar "impresionado" por el
"grado de responsabilidad y determinación demostrado en la zona
euro" y por su decisión a trabajar en colaboración con el resto de
los países europeos.
Aún así, defendió la "urgente" necesidad de reforzar "los
acuerdos internacionales entre las autoridades supervisoras para
lidiar con las entidades bancarias débiles".
"La naturaleza global de los mercados financieros y la creciente
interconexión entre mercados e instituciones implican que el impacto
de una crisis financiera sólo puede ser adecuadamente evaluado si
las autoridades supervisoras comparten información sobre el grado de
exposición de sus instituciones y el impacto en su jurisdicción".