El presidente francés, Nicolas Sarkozy,
advirtió hoy al resto de los socios de que "un enfrentamiento
Europa-Rusia en las actuales circunstancias no sería razonable", y
consideró "más inteligente" mantener un diálogo "positivo" con
Moscú, sobre todo en materia de seguridad energética.
Sarkozy trasladó este mensaje a los jefes de estado y de gobierno
de los Veintisiete, que se encuentran divididos sobre la
conveniencia de retomar el diálogo sobre un acuerdo estratégico con
los rusos, importante sobre todo en materia de energía, que
suspendieron en protesta por el conflicto con Georgia.
"Estoy convencido de que en materia de seguridad energética y
paquete energía-clima, es más interesante e inteligente que
discutamos con nuestro vecino de forma positiva, transparente y
responsable", recalcó el francés en rueda de prensa tras la primera
jornada del Consejo Europeo, que se celebra hasta mañana.
Sarkozy explicó que al final de la cena de líderes ha planteado
"una serie de cuestiones" sobre la negativa de Reino Unido, Polonia,
Suecia y los países bálticos de retomar las conversaciones pese a su
retirada de las zonas adyacentes de las dos provincias separatistas
"georgianas", recalcó.
Estos países consideran que es pronto para recuperar el diálogo,
y que antes debe exigirse la retirada total de los rusos, incluidos
los que están desplegados en Abjasia y Osetia del Sur, o ver cómo se
desarrollan las conversaciones de Ginebra (según Reino Unido).
Sobre esta mesa de diálogo entre rusos y georgianos hoy
frustrada, Sarkozy reconoció que "han comenzado dolorosamente", pero
consideró que "lo contrario sería sorprendente".
"No somos perfectos, pero la crisis de Georgia comenzó el 8 de
agosto, y dos meses después hemos conseguido que salgan las tropas
rusas y que haya conversaciones sobre los territorios georgianos de
Abjasia y Osetia del Sur", recalcó.
El francés detalló que también había reforzado sus argumentos al
profundizar en el caso de uno de los escépticos, Lituania.
Así, recordó que este país en su tratado de adhesión (2004) se
comprometió a cerrar la central nuclear de Ignalina en 2009, pero
ahora su gobierno pide una prórroga de tres años para poder
satisfacer la demanda energética nacional.
"Este es uno de los temas que me gustaría sacar a colación en la
cumbre UE-Rusia (que se celebrará el 14 de noviembre en Niza), pero
cómo podemos poner este tema en el orden del día si no lo
discutimos", se preguntó el francés.
Por ello, aseguró que su intención es mantener con Rusia un
"diálogo franco y al mismo tiempo amigable" durante una cumbre en la
que pretende "hablar de todo" pero "sobre todo" de seguridad
energética.
Las negociaciones para el ambicioso acuerdo estratégico con los
rusos fueron congeladas por la UE el 1 de septiembre "hasta la
retirada de las tropas rusas a posiciones anteriores al 7 de
agosto", cuando comenzó la guerra relámpago con Georgia.
Los ministros de Asuntos Exteriores fueron hoy de nuevo incapaces
de ponerse de acuerdo en volver a las conversaciones para un acuerdo
estratégico con Rusia, por lo que aplazaron la decisión hasta la
cumbre bilateral del 14 de noviembre en Niza (Francia).