Fernández arrasa con Macri y toma carrera para las presidenciales de Octubre
Macri pidió a los Fernández cooperación para contener a los mercados.
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Lo que se anticipaba como apenas el primer acto de una ópera electoral, culminó con señales muy claras de su desenlace y con altas probabilidades de tener su epílogo en la segunda salida a escena. El peronismo, en su versión de unidad, logró romper la racha victoriosa de la Casa Rosada e imponerse a nivel nacional detrás de la candidatura conjunta de Alberto Fernández y la exmandataria Cristina Fernández con el 47,3% de los votos, y así relegó al oficialismo del presidente Mauricio Macri y su compañero Miguel Ángel Pichetto, a un lejano segundo puesto, con 32,2%, habiéndose escrutado el 88% de las mesas.
El Frente de Todos logró holgados triunfos en 21 de las 23 provincias, con éxitos superlativos en Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán y la provincia de Buenos Aires; quedó sorpresivamente arriba en Jujuy y Mendoza, donde gobiernan dos aliados del macrismo, y cayó en dos tradicionales distritos antikirchneristas: Córdoba y Capital Federal.
Con nuevas fuerzas, el binomio de los Fernández logró 1.800.000 votos más que los obtenidos en 2015 por el kirchnerismo con Daniel Scioli y Carlos Zannini quienes entonces cosecharon 38,6% de los sufragios. En tanto, el macrismo y sus aliados en Juntos por el Cambio crecieron en 420.000 votos respecto de esa primaria, donde Macri obtuvo 24% a su precandidatura y la alianza en conjunto, 30,1%.
Minutos antes de la publicación de los resultados parciales, el presidente Mauricio Macri subió al escenario montado en el Complejo Costa Salguero y reconoció la "mala elección" de su espacio, que atribuyó al "nivel de dificultades de los últimos años", la "angustia" y la "duda" en torno a la marcha de su gobierno. Minutos después, reconoció que esta semana podría haber turbulencias en la economía debido al largo trecho de votos que lo separaron de los Fernández.
"La Argentina tiene una capacidad limitada de maniobra; la incertidumbre política nos hace daño y entre todos tenemos que ser responsables en ver cómo queremos sacar al país adelante. Por eso es muy importante ver cómo los dirigentes que hoy (por ayer) tuvieron un respaldo se suman a contener y demostrar que la Argentina es un país en el cual se puede apostar", declaró un consternado Macri.
Kirchnerismo de fiesta
Cerca de la medianoche, Alberto Fernández tomó la palabra en su bunker del barrio de Chacarita y celebró que "la mayoría de los argentinos haya elegido una opción que rechaza una reforma laboral" y privilegia "la salud de los ancianos antes de andar regalando el dinero a los especuladores". Subrayó su idea de un cogobierno con los mandatarios provinciales y aseguró que en adelante "se terminó la venganza y la grieta". De cara al establishment, transmitió cautela al reiterar que los K "siempre arreglamos los problemas que otros dejaron".
Pero también pasó factura al gobierno: "A los que recomendaron que nos fuéramos a dormir, les pido que no se duerman más, porque nos generaron un problema enorme".
Desde Santa Cruz, donde votó, Cristina celebró la victoria y auguró que la Argentina ahora tiene más chances de "ser una sociedad mejor, más feliz y más tranquila". En un mensaje grabado antes de trascender los resultados oficiales, le reclamó al Ministerio del Interior, al mando de Rogelio Frigerio, por la demora en la carga de los datos.
La diferencia habida entre el exjefe de gabinete de Néstor Kirchner y Cristina Fernández con Macri sobrepasó los pronósticos más alentadores de Todos y con los peores temores de la Casa Rosada, que sobreactuó tranquilidad en cada aparición pública y buscó transmitir calma y confianza en revertir el resultado.
El jefe de gabinete, Marcos Peña, se mostró confiado en ampliar los apoyos, de acuerdo al recorrido que los llevó a ganar en 2015, mientras Elisa Carrió aseguró en un mensaje a los actores financieros que "esta es una elección de bipartidismo tradicional" y que "en octubre va a ganar la república democrática".
A la espera de los mercados
La amplia victoria de Todos deberá contrastarse hoy con el ánimo de los mercados, que el viernes cerraron casi en clima festivo, con dólar estable, acciones para arriba en la Bolsa y caída del Riesgo País, suponiendo una victoria de la Casa Rosada o, cuando menos, una derrota honrosa. Los datos golpearán fuerte en las expectativas a futuro y el monitoreo de la City insumirá seguramente buena parte de la jornada en Balcarce 50.
La alternativa al escenario de extrema polarización no logró prender en la gente y por eso el resto de las ofertas electorales (ocho en total) se dividieron el 20% restante. El orden de llegada a octubre lo completa la dupla de Consenso Federal, con Roberto Lavagna y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que obtuvo 8,3% de los votos, en tanto el diputado Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda - Unidad, quedó cuarto con 2,8% de los votos.
Sorprendió la performance del veterano de Malvinas y ex titular de la Aduana de este gobierno, Juan José Gómez Centurión, quinto con 2,6% y más de medio millón de apoyos, relegando al sexto lugar al economista José Luis Espert, que obtuvo 2,2%. Los otros cuatro espacios (MAS, Frente Patriota, Acción Vecinal y PAN, 1,2% total) quedaron fuera de carrera.