Las condiciones y tarifas exigidas por Apple para obtener su aplicación de pagos a través del móvil (Apple Pay) han causado malestar en buena parte de los bancos españoles. Tanto es así que hasta ayer diversas entidades han optado por no ofertar esta solución tecnológica a sus clientes mientras las actuales exigencias se mantengan.
Tal y como señalan fuentes de entidades bancarias españolas, el sector negoció hace meses con el gigante tecnológico para incorporar esta aplicación. Sin embargo, según los bancos, “Apple funcionaba con una tarifa centralizada y no distinguía ni entre países ni entre segmentos. Aplican las mismas tarifas para toda Europa, lo mismo en el Reino Unido que en España”, señaló una fuente de una entidad presente en aquellas negociaciones.
El problema es que la red desplegada de cajeros, oficinas y terminales de punto de venta (TPV) es muy distinta por países. “Y para los bancos españoles, con sus redes, estas tarifas no son mínimamente razonables. No es rentable”, aseguran.
Un alto directivo de una entidad de banca digital reconoce que las cuentas no salen: “si tienes muchos TPV se llega a perder dinero”, ya que a mayor número de terminales dispuestos por la entidad, mayor es el costo.
Un ejemplo en este sentido lo encarna Banco Sabadell. La entidad catalana no dispone en España (ni tiene previsto hacerlo) de la aplicación; sin embargo, los clientes de la filial británica TSB sí, debido a que la misma tarifa es rentable en Londres pero no en Madrid.
En un ecosistema de pagos móviles en el que la mayoría de entidades tienen sus propias soluciones tecnológicas y en el que se están impulsando alternativas globales como Bizum, desde el sector reclaman que los precios que impone Apple son inasumibles: “además de nuestro Wallet, ya operamos con Samsung Pay. La tasa que nos pretende aplicar Apple Pay es quince veces más cara”, indican las fuentes.