Japón está dispuesto a usar sus reservas de divisas para
aportar hasta US$ 104.400 millones en el Fondo Monetario Internacional
(FMI) y apoyar así los créditos de emergencia de la institución, informa hoy el
diario Nikkei.
El primer ministro nipón, Taro Aso, propondrá esta medida en
la cumbre financiera global que se celebrará en Washington este sábado, junto a
otras con las que Japón proyecta estabilizar la economía.
Según el borrador de la propuesta, Japón propondrá prestar parte
de sus reservas extranjeras de 980.000 millones de dólares para que el FMI
pueda suministrar préstamos en caso de que experimentara escasez de fondos.
A pesar de que la cantidad exacta no está decidida, el
máximo será del 10 por ciento de las reservas extranjeras que atesora Japón,
las segundas del mundo después de China.
En la cumbre de Washington la representación japonesa
propondrá que también suministren fondos a otros países con grandes reservas de
divisas como China o las naciones petroleras de Oriente Medio.
Japón, que atesora un diez por ciento de sus reservas
extranjeras en efectivo, planea usar por el momento ese dinero para asistir al
FMI.
Como la venta de la gran cantidad de deuda estadounidense
que posee Japón podría tener efectos en los tipos de interés a largo plazo de
EEUU, también se prevé que las partes se planteen la posibilidad de que Japón
preste esta deuda al FMI para que el organismo la utilice como aval para lograr
fondos.
El FMI posee 200.000 millones de dólares en fondos excedentes
por lo que no experimentará dificultades inmediatamente, pero el organismo
podría tener problemas para conceder créditos grandes a países como Islandia,
Serbia o Ucrania.
Japón también planea proponer un mecanismo para que empresas
y gobiernos asiáticos se unan para proporcionar ayuda financiera a los países
de la región que lo necesiten.
El objetivo es suministrar dinero para proyectos importantes
como la construcción de infraestructuras, después de que bancos estadounidenses
y europeos los hayan abandonado a causa de la crisis.