El país nórdico adoptó una nueva medida de emergencia para
intentar paliar la situación crítica de su sistema financiero, y de sus
cuentas públicas. Para afrontar una "severa contracción económica", el
banco central bajó en 3,5 puntos la tasa de
interés. Pese a todo, se quedan en el 12%.
Hace una semana, los principales bancos centrales del mundo
acordaron una rebaja al unísono de los tipos de interés, en una medida
para intentar poner freno a al crisis financiera. El recorte acordado
fue de medio punto porcentual.
Una semana después, el Banco Central de Islandia ha llevado a cabo otra bajada de los tipos de interés. Pero en este caso de 3,5 puntos.
La magnitud de este recorte no evita, sin embargo, que los tipos se
sitúen en el 12%, más del triple por ejemplo que el 3,75% fijado para
la zona euro.
Estos elevados niveles en los tipos de
interés, con el objeto de atajar un notable rally inflacionista, habían
tenido un papel clave en la desestabilización reinante en los últimos
tiempos, entre otros activos, en la divisa del país,
la corona islandesa. A su vez, el reciente descalabro de su moneda
acrecienta todavía más estas presiones inflacionistas, debido a la
importación masiva de productos.
En el comunicado en el que
informa de este severo ajuste a la baja en su política monetaria, el
banco central justifica su decisión en la situación excepcionalmente
frágil de su economía: "La siguiente fase de la crisis financiera será
difícil con una severa contracción económica".
Bolsa
La jornada de hoy, al menos, sirve de relativa tregua en los mercados
de renta variable del país. El índice bursátil de referencia, el OMX
Iceland 15, cotiza a media sesión con descensos del 0,85%. En la
reanudación ayer de su actividad perdió casi un 6%, después de un
desplome inicial del 76% provocado por la exclusión de sus valores
financieros.
Las suspensiones de cotización se mantienen
para el sector financiero, protagonista la semana pasada por las
nacionalizaciones de sus tres mayores bancos, Kaupthing, Landsbanki y
Glitnir.
Negociaciones
La agudización
de la crisis ha multiplicado los contactos mantenidos por las
autoridades islandesas. Junto a las aproximaciones realizadas para
aliviar la disputa que se había abierto con Reino Unido a raíz de la crisis, una delegación del país nórdico se mantiene en Rusia negociando una línea de crédito para sufragar costes como los de la nacionalización de sus bancos.
El Gobierno islandés tiene previsto además entregar en los próximos
días un plan para obtener financiación del Fondo Monetario
Internacional (FMI).