San Francisco/Londres
Los recortes de empleos en el regulador de seguridad de tráfico de EEUU instigados por el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por su sigla en inglés) de Elon Musk afectaron desproporcionadamente al personal que evalúa los riesgos de la conducción autónoma, lo que dificultó la supervisión de la tecnología en la que el hombre más rico del mundo ha apostado el futuro de Tesla.
De los aproximadamente 30 trabajadores de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (Nhtsa, por su sigla en inglés) despedidos en febrero, como parte de la campaña de Musk para reducir la fuerza laboral federal, muchos estaban en la “oficina de seguridad de automatización de vehículos”, dijeron a Financial Times personas familiarizadas con la situación.
Los recortes son parte de despidos masivos por parte de DOGE que han afectado al menos a 20 mil empleados federales y han generado una preocupación generalizada por posibles conflictos de intereses para Musk, dado que muchas de las agencias afectadas regulan o tienen contratos con sus empresas.
La Nhtsa, que ha sido una espina en el costado de Tesla durante años, tiene ocho investigaciones activas sobre la compañía después de recibir, y publicar, más de 10 mil quejas de miembros del público.
La moral en la agencia, que ha ordenado docenas de retiros de Tesla y ha retrasado el lanzamiento del software de conducción autónoma y asistencia al conductor del grupo, se ha desplomado tras los despidos forzados por DOGE, según el personal que permanece y el que partió.
“Existe un claro conflicto de interés al permitir que alguien con intereses comerciales influya en los nombramientos y las políticas de la agencia que los regula”, dijo un exalto funcionario de la Nhtsa.
Conflictos de interés
Los empleados restantes de la agencia ahora observan con cautela la experiencia de otros reguladores federales que se han enfrentado a las empresas de Musk.
“Musk ha atacado a la Administración Federal de Aviación (FAA) y a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) para beneficiar a SpaceX”, dijo otro exalto funcionario del organismo regulador. “¿Por qué perdonaría a la Nhtsa?”.
Musk se ha enfrentado repetidamente con las autoridades federales y estatales. El año pasado, exigió la dimisión del director de la FAA y criticó duramente a la FCC por revocar un acuerdo de 2022 para que su empresa de telecomunicaciones satelitales Starlink proporcionara banda ancha rural.
La Nhtsa declaró en un comunicado que la seguridad sigue siendo su máxima prioridad y que aplicará la ley a cualquier fabricante de automóviles, de acuerdo con sus normas e investigaciones. “Las investigaciones de la agencia han sido y seguirán siendo independientes”, añadió.
Musk ha prometido a clientes e inversionistas que Tesla lanzará un servicio de viajes sin conductor en Austin, Texas, en junio y que comenzará la producción de una flota de “cibertaxis” autónomos en 2026. Para ello, la firma necesita una exención de la NHTSA para operar un vehículo sin conductor no estándar en las carreteras estadounidenses porque los cibertaxis de Musk no tienen ni pedales ni volante.