londres/Kiev
Ucrania y Estados Unidos han llegado a un acuerdo sobre el desarrollo conjunto de los recursos minerales del país europeo a través de un “fondo de inversión para la reconstrucción”. El acuerdo, fechado el 25 de febrero y obtenido por primera vez por el Financial Times, es mucho menos oneroso y de mayor alcance que la propuesta inicial de Washington.
Se descartaron referencias a unos posibles ingresos de US$ 500.000 millones procedentes de la extracción de minerales, mientras que se excluyen garantías explícitas de EEUU sobre la seguridad de Ucrania, a lo cual aspiraban los negociadores de ese país a cambio de compartir los beneficios que obtendrán los estadounidenses con sus valiosos recursos naturales.
Si bien los ucranianos lograron delimitar el alcance del acuerdo y rechazar algunos de los términos más gravosos exigidos originalmente por Washington, aún quedan varios detalles cruciales por definir. Asuntos que se abordarán este viernes, cuando el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, arribe a la Casa Blanca para reunirse con su par de EEUU, Donald Trump, en un intento por sellar un acuerdo.
“No voy a dar garantías de seguridad más allá de lo mínimo”, ha dicho Trump, a pesar de las exigencias iniciales de Ucrania al respecto en marco del pacto por los minerales.
De lo hasta ahora pactado, estos son los términos:
Destino de los ingresos
Kiev y Washington crearán un “fondo de inversión conjunto” al que Ucrania aportará el 50% de todos los ingresos obtenidos de la “futura monetización” de los recursos naturales propiedad del gobierno ucraniano.
En teoría, el fondo invertirá en la reconstrucción de posguerra y en el desarrollo económico de Ucrania, potencialmente en todos los sectores, no solo en recursos naturales.
Propiedad y control
El proyecto será de propiedad conjunta de los Gobiernos de Estados Unidos y Ucrania, pero, los detalles adicionales sobre la propiedad y la gobernanza, un asunto crucial, se definirán en una etapa posterior en un “acuerdo de fondo”.
En su oferta inicial, Estados Unidos había presionado para obtener el 100% de la propiedad y plenos derechos de toma de decisiones. En cambio, el acuerdo establece que el “porcentaje máximo de propiedad del capital del fondo” que puede estar en manos de EEUU y su “autoridad de toma de decisiones” estarán sujetos “en la medida en que lo permitan las leyes de EEUU”.
Lo anterior podría deberse a que las agencias estadounidenses enfrentan restricciones en su participación en un fondo de este tipo.Por ejemplo, si fuera la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos la que administrara el interés estadounidense en este fondo, bajo la legislación actual sus inversiones de capital estarían limitadas al 30% de la propiedad de cualquier proyecto.
Ni EEUU ni Ucrania podrán vender ninguna acción del fondo sin el consentimiento del otro.
Inversiones o pagos
Esto también es vago y se decidirá en el acuerdo del fondo.
El acuerdo dice que el fondo recaudará y reinvertirá ingresos “al menos anualmente en Ucrania para promover la seguridad y la prosperidad del país”.
Sin embargo, no estipula que todos los ingresos se reinvertirán y añade que el acuerdo de fondo posterior “preverá distribuciones futuras”.
Los recursos ucranianos
Ucrania posee grandes yacimientos de minerales críticos, entre ellos litio, grafito, cobalto, titanio y algunas tierras raras. También tiene reservas de petróleo, gas y carbón. Todas ellas están cubiertas por el acuerdo, siempre que sean propiedad “directa o indirecta” del Gobierno ucraniano, así como la logística asociada.
No obstante, el acuerdo no cubre los yacimientos que ya aportan a las arcas del Gobierno en forma de impuestos, regalías o derechos de licencia, lo que excluiría las operaciones actuales de Ukrnafta y Naftogaz, las compañías estatales de petróleo y gas, que son quizás las más lucrativas de todas las industrias extractivas de Ucrania.
Los yacimientos de Ucrania tampoco han sido objeto de una exploración o explotación significativa, procesos que llevan años incluso en jurisdicciones estables. También faltan datos sobre la calidad de las reservas, información relevante para los inversores antes de invertir millones en nuevas minas. Una gran parte de los yacimientos se encuentran en territorio controlado por las fuerzas rusas.
La explotación de los minerales críticos de Ucrania requeriría enormes inversiones. En teoría, el fondo podría financiar algunas de ellas, pero empezaría desde cero a menos que EEUU invierta dinero por adelantado. Además, los proyectos tardarían años en generar beneficios operativos imponibles.
Garantías de seguridad
Trump ha descrito el acuerdo sobre los minerales como una forma de “retribución” por la ayuda que EEUU prestó a Ucrania. Ha hablado de enormes ganancias derivadas del plan, que van desde US$350.000 millones a US$ 500.000 millones. Dadas las dificultades de comercializar estos depósitos, es probable que el resultado sea solo una fracción de esa cantidad.
Washington ha sostenido que la mera presencia de intereses económicos estadounidenses en Ucrania sería suficiente para impedir una futura agresión militar rusa.
Zelensky exigió en el acuerdo garantías más claras de futura asistencia militar estadounidense y garantías de seguridad. No las obtuvo. De hecho, el miércoles Trump dijo en la primera reunión de gabinete de su segundo mandato: “No voy a dar garantías de seguridad más allá de lo mínimo”.