El secretario de Salud británico está presionando para introducir restricciones a la publicidad de comida chatarra dirigida a los niños, destando alarma entre las emisoras de televisión, que temen que esto podría costarles cientos de millones de libras al año.
Jeremy Hunt ha presionado a Downing Street para que introduzca medidas en el marco de una estrategia contra la obesidad infantil, que se dará a conocer en unas semanas.
Pero John Whittingdale, secretario de Cultura, ha expresado su preocupación en nombre de la industria de la radiodifusión. “Jeremy (Hunt) está presionando para esto y John (Whittingdale) ha sido vacilante; que no es su posición ideológica natural”, dijo un aliado.
Existe una creciente preocupación por el impacto de la obesidad en las finanzas del Servicio Nacional de Salud (NHS, su sigla en inglés), con Simon Stevens, presidente ejecutivo de NHS England, describiéndola como “el nuevo fumar”.
Cuesta al NHS 5.100 millones de libras anuales y 40.000 muertes están vinculadas al sobrepeso u obesidad. El tratamiento de la diabetes por sí sola cuesta alrededor de 10% del presupuesto anual del NHS. Los profesionales de salud están particularmente preocupados por el aumento de la obesidad entre los niños: un tercio de los niños de once años tienen sobrepeso o son obesos, según cifras del gobierno.
David Cameron ha rechazado en repetidas ocasiones la idea de un nuevo impuesto sobre las bebidas azucaradas. En Budapest el viernes, el primer ministro dijo que prefería evitar la imposición de impuestos adicionales sobre la industria. Pero insistió en que el gobierno necesita hacer frente a una epidemia de la obesidad debido a su impacto en las enfermedades del corazón y las tasas de cáncer.
“No me quiero poner nuevos impuestos sobre nada. Pero tenemos que reconocer a lo que nos enfrentamos… una crisis de obesidad. Necesitamos tener un programa en marcha para hacer frente a este problema”.
Ese programa llamará a la industria a desarrollar más alternativas de productos bajos en azúcar. También se espera que incluya una ofensiva contra la publicidad de la comida chatarra en programas familiares.
Desde 2006, los programas de televisión que son vistos por niños no pueden ir acompañados de anuncios de productos con alto contenido en grasa, sal o azúcar. Las emisoras comerciales han estado presionando contra una política más estricta, en particular, la prohibición total de anuncios de comida chatarra antes de las 21:00 horas, lo que podría costarles “un par de cientos de millones” de libras al año en ingresos, según la Asociación de Publicidad.
Tal prohibición golpearía particularmente a ITV, que representa más de dos quintas partes de las ventas de publicidad de televisión de Reino Unido.
Emisoras y anunciantes han argumentado que hay poca evidencia de que la prohibición total de anuncios de comida chatarra antes de las 21.00 horas vaya a reducir la obesidad entre los niños. Agregaron que la inversión en los programas de televisión caería si se introduce la medida.
En lugar de reglas más estrictas de televisión, la Asociación de Publicidad se ha comprometido a ampliar los límites actuales de los anuncios de comida basura a otros puntos de venta, tales como Youtube, lo que se dice representa la mayor parte de los gastos de marketing.