BMW prometió seguir invirtiendo en tecnología de motores de combustión e híbridos, al tiempo que advirtió sobre una "montaña rusa" en la transición hacia los vehículos eléctricos en Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump como presidente.
Jochen Goller, miembro del directorio, afirmó que el grupo sigue siendo optimista sobre las ventas de autos a gasolina e híbridos enchufables en EEUU, incluso si la demanda de vehículos eléctricos disminuye en los próximos años debido a cambios en las políticas de la nueva administración.
"Sería ingenuo creer que el camino hacia la electrificación es una vía de un solo sentido. Será una montaña rusa", dijo Goller, responsable de clientes, marcas y ventas, en una entrevista con Financial Times en la sede de BMW en Múnich.
"Por eso estamos invirtiendo en nuestros motores de combustión", agregó. "Estamos invirtiendo en híbridos enchufables modernos. Y seguiremos lanzando autos eléctricos".
BMW, que también es propietaria de las marcas Rolls-Royce y Mini, ha sido cautelosa durante mucho tiempo respecto al ritmo de la transición global a los vehículos eléctricos, desarrollando una amplia gama de productos mucho antes de que el crecimiento en las ventas de EV comenzara a desacelerarse.
El año pasado, la compañía emitió una advertencia de ganancias tras verse afectada por la caída de las ventas en China y verse obligada a retirar 1,5 millones de vehículos debido a posibles fallas en los sistemas de frenos desarrollados por Continental.
Sin embargo, su estrategia más amplia ha dado frutos en un momento en que sus rivales alemanes, Volkswagen y Mercedes-Benz, han tenido dificultades para adaptarse a la desaceleración de la demanda de vehículos eléctricos, a pesar de sus ambiciones iniciales de volverse totalmente eléctricos.
Mientras que otras automotrices como Toyota y Stellantis también han adoptado un enfoque de múltiples fuentes de energía, BMW se ha destacado por ofrecer vehículos eléctricos con el mismo diseño y apariencia que sus versiones a gasolina e híbridas.
Las ventas de autos totalmente eléctricos de BMW aumentaron un 13,5% el año pasado, alcanzando las 426.594 unidades, lo que representó el 17% de las ventas totales. Si se incluyen los híbridos, la proporción de vehículos electrificados fue del 24%.
"Anticipamos que la gente no querría sentirse discriminada por el tipo de tren motriz que elige", señaló Goller. "Tomamos un camino que ahora otros están siguiendo".
BMW frente a la competencia
Los analistas afirman que BMW está mejor posicionada que sus competidores para cumplir con los objetivos más estrictos de emisiones de la UE sin tener que vender vehículos eléctricos con grandes descuentos. También está menos expuesta a la guerra comercial de Trump, ya que el 65% de los autos que vende en EEUU se fabrican localmente y la empresa es un exportador neto desde el país.
"Desde un punto de vista operativo, creo que BMW, fuera de China, está en una muy buena posición", comentó Patrick Hummel, analista de UBS. "Tienen prácticamente la participación de EV en su mix de ventas que necesitan".
Philippe Houchois, analista de Jefferies, ha descrito a BMW como "el fabricante de equipos originales más reflexivo a lo largo de los años", a pesar de las críticas previas de los inversionistas por su estrategia de diversificación en tecnologías de tren motriz.
Este año, el grupo lanzará su plataforma Neue Klasse para su próxima generación de vehículos eléctricos, que ofrecerá mayor autonomía, carga más rápida y capacidades de software mejoradas. Houchois destacó que esta iniciativa consolidará el liderazgo de BMW en vehículos definidos por software, trenes motrices multi-energía y abastecimiento de baterías.
El desafío del mercado chino
Sin embargo, China ha sido un mercado complicado para la automotriz con sede en Múnich. Las ventas de BMW y Mini en el mercado automotriz más grande del mundo cayeron más del 13% el año pasado, llegando a 714.530 unidades, una caída más pronunciada que la de rivales como Mercedes-Benz y Audi.
Los analistas de Citigroup han advertido que BMW sigue siendo vulnerable en China, donde la creciente presión de precios en un mercado saturado ha obligado a las automotrices a reducir costos. La caída de ventas en el país, donde BMW todavía entrega casi un tercio de sus vehículos, "sigue siendo nuestra principal preocupación", señalaron los analistas de Citi.
Goller reconoció que es poco probable que China vuelva al crecimiento económico explosivo que en su momento atrajo a los fabricantes extranjeros a ese mercado.
"Pero seguimos viendo un mercado en crecimiento... y, por lo tanto, nuestra ambición es participar en ese crecimiento", afirmó.
Goller añadió que no debería ser "una sorpresa" que las marcas chinas estén ganando rápidamente participación en su mercado local a expensas de los fabricantes extranjeros.
"Desde una perspectiva tecnológica, los autos chinos son realmente buenos", admitió. "Pero no tenemos miedo".