Unilever se enfrenta a las “dínamos locales” de los países en desarrollo
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La mayor competencia de Unilever son las empresas locales de rápido crecimiento, afirmó Paul Polman, director ejecutivo del grupo angloholandés, en una señal del creciente desafío que representan para los grandes grupos multinacionales de consumo los operadores procedentes de economías emergentes.
“No vemos a Procter & Gamble como nuestra mayor competencia”, dijo Polman en una entrevista con Financial Times. “Las personas aún tienen esta concepción -de que se compite con estas tres empresas (globales)-, eso ya no es cierto. La mayoría de nuestros competidores en los mercados emergentes son jugadores regionales”.
Polman estaba respondiendo a una pregunta sobre si Colgate-Palmolive sería un objetivo de compra atractivo.
El grupo de cuidado personal estadounidense y la británica Reckitt Benckiser son vistas como blancos potenciales, según banqueros, ya que acelerarían la estrategia de Polman de transformar a Unilever en un grupo de cuidado personal y productos para el hogar, reduciendo la carga de los alimentos, de lento crecimiento.
“Hemos visto posibilidades. Muchas personas están enfocadas en lo que saben de compañías en el mundo desarrollado, pero hay muchas empresas nuevas que están surgiendo”, dijo el director ejecutivo de la firma europea.
Menores ventas
La dura competencia de las compañías locales es una razón de por qué las ventas en los 50 grupos alimenticios de más rápido movimiento han caído a 2,9% desde 5,6% en 2012, según un estudio publicado este mes por OC&C. Boston Consulting Group denomina a este tipo de empresas como “dínamos locales”.
Unilever ya ha comprado algunos jugadores locales: en China adquirió Qinyuan, un negocio de purificación de agua, y hace algunos años compró Kalina, una firma de belleza rusa.
Pero estos fueron acuerdos menores y no han satisfecho a algunos analistas que quieren que el grupo sea más adquisitivo.
La fusión correcta podría sumar impulso a la compañía, que ha chocado con una barrera, haciendo que sus acciones parezcan completamente valorizadas respecto de sus perspectivas de crecimiento de corto plazo, según algunos analistas.
Ellos apuntan no tanto a la rentabilidad -la semana pasada Unilever reportó un alza de 15% en las ganancias antes de impuestos del primer semestre- sino al crecimiento. Las ventas bajaron 5,5%, subrayando el difícil ambiente de expansión en los mercados desarrollados y la debilidad de las divisas en los mercados emergentes, que ahora representan un 57% de las ventas.
Polman, quien llegó a Unilever hace cinco años desde Nestlé, cree que la desaceleración de las economías emergentes es temporal. Los nuevos líderes en países como India e Indonesia han demostrado que reconocen la necesidad de reformas estructurales, y afirmó que eso ayudará a impulsar el crecimiento.
El CEO aseguró que en China, el impulso del gobierno por reducir la dependencia de las exportaciones funciona como una ventaja para Unilever. “A una empresa como la nuestra le sirven (más) el consumo local que los envíos. Por lo que no hay razón para preocuparse”.
Su meta de que 75% de las ventas orgánicas provengan de los mercados emergentes es “una estrategia deliberada. Un 80% de la población mundial va a vivir en mercados emergentes. No manejamos esta compañía por dos minutos, la manejamos para el largo plazo”, sentenció.
Ver entrevista a Paul Polman en la edición nº 13 de la revista Portafolio Retail