La Unión Europea planea mantener conversaciones con países como Brasil y Chile en un intento por disuadirlos de intervenir para reemplazar sus exportaciones agrícolas restringidas por Rusia, comentaron ayer funcionarios de alto rango.
Desde que Rusia prohibió la importación de alimentos desde la UE y Estados Unidos la semana pasada en respuesta a las sanciones, Moscú ha estado buscando ayuda de Latinoamérica por suministros alternativos.
Varios países y grupos comerciales en Sudamérica han dicho que las medidas de Moscú podrían ofrecerles dinero caído del cielo.
Brasil ha autorizado alrededor de 90 nuevas plantas de carne para comenzar a exportar pollo, vacuno y cerdo inmediatamente a Rusia, y Chile es mencionado como uno de los más beneficiados por el embargo ruso al pescado europeo.
Seneri Paludo, el secretario de agricultura de Brasil, comentó que el embargo en Rusia también podría permitirle a Brasil exportar más maíz y soya a ese país. “Rusia tiene el potencial para ser un gran consumidor de commodities agrícolas, no sólo de carne”, señaló.
Este entusiasmo en las potencias agrícolas de Latinoamérica ha despertado preocupación en Bruselas. “Estaremos conversando con los países que podrían potencialmente reemplazar nuestras exportaciones para indicarles que esperamos que no usufructen de forma injusta de la situación”, comentó uno de los funcionarios senior de la UE durante una sesión informativa sobre la situación en Ucrania.
El funcionario dijo comprender que compañías individuales puedan firmar nuevos contratos con Rusia pero dijo que sería “muy difícil de justificar” que los países busquen iniciativas diplomáticas para llenar el vacío dejado por la UE, EEUU, Noruega y Australia.
Otro representante de la UE comentó que las conversaciones serán “políticas”, buscando subrayar la importancia de un frente internacional unido sobre Ucrania, en vez de plantear objeciones legales específicas a las exportaciones de alimentos a Rusia.
La UE, como el mayor bloque comercial del mundo, puede ejercer presión a través de sus negociaciones con Mercosur, pese a que las conversaciones sobre un acuerdo comercial que ya llevan 15 años, han estado llenas de dificultades sobre el acceso a los mercados.
La mayor atención sobre potenciales ganadores en la guerra comercial de Europa con Rusia se enfoca en Latinoamérica, pero Bielorrusia y Turquía están también esperando beneficiarse.
Aunque los diplomáticos de alto rango europeos probablemente protesten ante cualquier país que busque llenar el espacio que dejaron las exportaciones de la UE, un representante de la comisión de agricultura de la UE fue más pragmático y explicó que cualquier país que desvíe exportaciones a Rusia probablemente creará un nuevo mercado para la UE.
El anuncio de las protestas diplomáticas llega en momentos en que la UE revela sus primeras medidas de apoyo a los agricultores golpeados por el embargo ruso, que beneficiará a los productores de duraznos y nectarines, cuyos negocios ya habían sido afectados por el mal clima. La UE dijo que incrementaría la cantidad de fruta disponible para distribución gratuita y que habilitará mayores fondos para la promoción.
Aunque las restricciones de Rusia han exacerbado las dificultades para los productores de duraznos en España, Grecia e Italia, la UE venía planeando actuar a raíz de los duraznos y nectarines antes de las sanciones de Moscú.
Se espera que la UE diseñe una respuesta más amplia a la prohibición rusa contra sus alimentos durante una reunión de expertos agrícolas de los 28 países miembro en Bruselas, el jueves.