Las consecuencias del intento por la independencia en Escocia han alertado a las empresas de gestión de activos del Reino Unido respecto del efecto de “desestabilización” que tendría sobre sus negocios el referendo sobre la permanencia del país en la Unión Europea (UE).
El voto escocés desencadenó retiros por 1.000 millones de euros desde fondos de renta variable del Reino Unido en la semana previa al referendo y muchos grupos financieros con base en Escocia se vieron obligados a considerar cambiar su sede al sur de la frontera en caso de un voto afirmativo.
Los acontecimientos han aumentado los temores de las compañías de fondos sobre la votación de 2017, con la expectativa de mayores niveles de ansiedad entre los inversores. Ésta también podría tener un impacto en la capacidad de Londres de atraer talento, poniendo su título de capital financiera de Europa en peligro.
El primer ministro, David Cameron, ha prometido celebrar un referendo sobre la pertenencia a la UE del Reino Unido si su partido conservador gana las elecciones del próximo mes de mayo.
Martin Gilbert, director ejecutivo de Aberdeen Asset Management, dijo: “el análisis y la planificación llevada a cabo por las empresas financieras antes de la votación (escocesa) por la independencia es posiblemente un ensayo general a tiempo antes de un potencial referendo de todo el Reino Unido sobre su permanencia en la UE”.
Ewen Cameron Watt, estratega de inversiones de BlackRock, añadió: “no hay precedentes de ningún país que haya dejado la Unión Europea de esta manera. ¿Hablamos de ello en torno a nuestras mesas? Sí, por supuesto”.
Muchos en la industria han empezado a discutir las consecuencias de una posible salida del Reino Unido de la UE -o “Brexit”- en las últimas dos semanas después de que las encuestas comenzaran a mostrar que la votación para el referendo escocés estaba más igualada de lo esperado.
Para Dominic Johnson, director ejecutivo de Somerset Capital, “si el voto (sobre la pertenencia a la UE) está muy empatado, eso será desestabilizador para nuestra industria. La incertidumbre (respecto del referendo escocés) se multiplicará por cinco”.
Nick Thomas, socio de Baillie Gifford, la casa de fondos de Edimburgo, sostuvo que el referendo de la UE se ha convertido en un “gran tema de conversación” en su empresa. De hecho, Baillie Gifford planea comenzar ya con el plan de contingencia.
El “Brexit” plantearía además preguntas acerca de la capacidad de los grupos de fondos basados en el Reino Unido de vender fondos minoristas en otros lugares de Europa.
Amin Rajan, director ejecutivo de Create Research, señaló que “el clamor por un referendo sobre la continuidad en la UE es poco probable que sea silenciado por el resultado de Escocia: al contrario”.
Asimismo, algunos ejecutivos de fondos han comenzado a tomar una posición clara sobre la permanencia del Reino Unido en la UE. El presidente ejecutivo de Standard Life Investments, Keith Skeoch, dijo el mes pasado que, “desde una perspectiva puramente financiera y de gestión de fondos, no me gustaría ver a Reino Unido dejar Europa”.
Otros mantienen la confianza sobre las perspectivas de la industria británica, independientemente de si el referendo se lleva a cabo o de su resultado. Hendrik du Toit, director ejecutivo de Investec Asset Management, dijo: “podría ser beneficioso tener un gran centro de gestión de activos a las puertas de Europa que no tiene que cumplir con todas las reglas que vienen de Bruselas”.