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Suecia dividida por rol del sector privado en los servicios públicos en la antesala de las elecciones

Por: Richard Milne
, Estocolmo
 | Publicado: Lunes 18 de agosto de 2014 a las 05:00 hrs.
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La centroizquierda, los favoritos para ganar las elecciones generales en Suecia el próximo mes, planea revertir el curso de las actuales reformas económicas del gobierno limitando la participación de capital privado en el sector público, aumentando impuestos e impulsando el gasto.

El gobierno de centroderecha de Suecia, en el poder desde 2006, tiene la reputación de recortar los impuestos y aumentar la competencia en el sector público, lo que ha probado ser popular entre las empresas, pero los votantes parecen estar listos para un cambio, ya que las encuestas sugieren que están más preocupados por la educación, trabajo, salud y el cuidado de la tercera edad.

“El conflicto es claramente qué dirección va a tomar Suecia en los próximo ocho a diez años”, dijo a FT Magdalena Andersson, una socialdemócrata y posible ministra de Finanzas en un gobierno de centroizquierda.

“Nuestro camino es aumentar los impuestos ahora mismo, para poder hacer gastos muy necesarios ahora, pero también en el futuro no veamos la necesidad de mayores recortes de impuestos, sino que una mayor inversión en el sector público”.

A cinco semanas de las elecciones los partidos de oposición de la izquierda tienen una gran ventaja sobre la coalición gobernante de centroderecha.

En respuesta a una caída en el apoyo en las encuestas, el ministro de Finanzas, Anders Borg, ha respondido prometiendo modestas alzas de impuestos para ayudar a eliminar el déficit fiscal.

Borg contrasta la propuesta de la centroderecha de aumentos pequeños en los impuestos al alcohol, tabaco y autos con lo que él llama “aumentos gigantes” impulsados por la centroizquierda.

El debate sobre los impuestos es sólo un elemento en una discusión mayor sobre el futuro de la economía, que se ha convertido en un tema importante en la campaña electoral. A la centroderecha le gusta apelar al hecho de que Suecia ha gozado de un crecimiento económico más rápido que Estados Unidos y la mayoría de los países europeos, mientras que su tasa de empleo es la más alta de la Unión Europea.

Pero la centroizquierda argumenta que el desempleo se ha mantenido obstinadamente alto en 8% desde la crisis financiera, mientras que el déficit fiscal de 1,1% el año pasado –que es modesto para los estándares europeos- es el más alto de Suecia desde 2002.

Andersson afirmó que mantener la regla de limitar el déficit fiscal a no más de 1% era crucial para los socialdemócratas. “Si el sector público es una preocupación, entonces el financiamiento a largo plazo del sector público también lo es, y luego hay que preocuparse de las finanzas públicas”.

Borg insiste en que la centroderecha estaba comprometida con que el país volviera al superávit. “Hemos entregado estímulos a la economía cada año desde 2009. Pero luego, cuando se llega a un buen momento, se necesita reconstruir el colchón fiscal, tener márgenes de seguridad antes de entrar a la siguiente desaceleración”.

Fuera de la economía, uno de los temas más discutidos es el creciente rol de las firmas privadas en el sector público, una política muy admirada por la centroderecha europea, especialmente en el Reino Unido.

“Existe un viejo cliché de que las elecciones suecas son siempre sobre las escuelas, la salud y otros aspectos de las políticas públicas”, aseguró Nicholas Aylott, un cientista político de Södertörn University.

“Creo que será lo mismo esta vez. En los últimos cuatro o cinco años ha habido una creciente crisis en los colegios en Suecia y el rol del sector privado es una parte de ello”. Luego de una serie de controversias, incluyendo denuncias de crueldad en hogares de ancianos de propiedad privada y la quiebra de un grupo de escuelas privadas, los políticos de oposición están aumentando sus ataques.

Andersson dijo: “queremos reglas mucho más estrictas de cómo pueden actuar (las empresas de capital privado) dentro del sector”.

Ella apuntó a tres áreas que deben mejorar: las firmas deberían ser obligadas a adoptar una perspectiva de largo plazo; debería haber reglas más duras sobre la calidad para que, por ejemplo, las empresas no puedan aumentar sus ganancias sólo reduciendo el número de profesores; y las compañías deberían ser obligadas a revelar sus ganancias de cada escuela, hospital o casa de reposo.

“La apertura total de este sector ha sido de cierta forma ingenua por parte de las autoridades. Tiene que estar claramente regulada. Pero también aquellos que actúan en esos sectores tienen que entender que esto no es vender pasta de dientes, esto es cuidar a nuestro hijos”, añadió Andersson.

Borg defendió el registro del gobierno en la apertura del sector público: “la creciente competencia que hemos visto en el sector de bienestar es un factor importante que explica por qué Suecia ha estado creciendo rápido. Hemos visto un fuerte aumento en el empleo y en el número de firmas en estos sectores”.

Otros partidos van más allá. El partido de Izquierda, un posible socio de coalición de los socialdemócratas, quiere prohibir la operación de servicios públicos por ganancias. El Partido Verde, otro posible miembro de la coalición, ha llamado a una sociedad de no crecimiento y al cierre del aeropuerto Bromma en el centro de Estocolmo. Las firmas de capital privado son reacias a ingresar al debate público.

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Anders Borg, Ministro de Finanzas: “La creciente competencia que hemos visto en el sector de bienestar es un factor importante que explica por qué Suecia ha estado creciendo rápido".

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