Por Courtney Weaver
Moscú
La agencia de protección del consumidor rusa dijo ayer que cerraría temporalmente cuatro restaurantes de McDonald’s, incluyendo el buque insignia del grupo en el país, un punto de referencia desde la caída de la Unión Soviética.
Rospotrebnadzor dijo que había cerrado los locales después de someter a pruebas de laboratorio a los alimentos de McDonald’s y que inspecciones “in situ” revelaran “numerosos violaciones contra la legislación sanitaria”.
La agencia señaló que presentó el caso contra el grupo de comida rápida de Estados Unidos ante la justicia de Moscú. El cierre de los cuatro restaurantes incluye el primer local abierto en Rusia.
“Estamos estudiando las denuncias y las acciones necesarias para volver a abrir nuestros restaurantes para los clientes tan pronto como sea posible”, dijo la firma. “Vamos a seguir cuidando a nuestros empleados y haremos todo lo posible para continuar con las actividades exitosas de nuestra empresa en Rusia”.
Durante los últimos seis meses, McDonald’s se ha convertido en una víctima involuntaria de las crecientes tensiones entre Rusia y Estados Unidos por la crisis de Ucrania, ya que algunos de los funcionarios más patrióticos de Moscú han puesto su atención sobre la firma estadounidense, presumiblemente como un representante de la Casa Blanca.
En julio, una delegación regional de Rospotrebnadzor presentó una demanda en contra de McDonald’s en Moscú alegando que muchos de sus productos tenían “discrepancias en cuanto a las cualidades y la seguridad” y no cumplían “los parámetros físico-químicos y microbiológicos exigidos por la ley” rusa. La agencia afirmó haber encontrado evidencia de E.coli en los wraps y ensaladas de McDonald’s, y acusó a la empresa estadounidense de tergiversar las calorías de algunos de sus platos.
Vladimir Zhirinovsky, líder del partido Liberal Demócrata de extrema derecha, hizo un llamamiento a prohibir los productos de McDonald’s, mientras que su partido ha organizado protestas frente a los puntos de venta de la compañía.
Un grupo de jóvenes pro-Kremlin ha lanzado una campaña a favor de la comida rusa, especialmente dirigido a la conversión de fanáticos rusos de hamburguesas y bebidas.
Este mes, el presidente ruso Vladímir Putin prohibió las importaciones de alimentos procedentes de la Unión Europea y de Estados Unidos en respuesta a las sanciones impuestas contra Moscú.
Esta semana, Rospotrebnadzor anunció que había encontrado “sustancias químicas” en el licor Jack Daniel Tennessee Honey. La agencia también ha prohibido las importaciones del bourbon Kentucky Gentleman.