Las sanciones de Estados Unidos ayudaron a asegurar que la economía de Rusia fuera devastada por la caída en el precio del petróleo, dijo el presidente estadounidense Barack Obama, mientras elogiaba el éxito de su "paciencia estratégica" en combatir a Vladimir Putin, su contraparte rusa.
Obama lanzó una defensa confiada de su política hacia Rusia en una entrevista publicada ayer, argumentando que Putin -quien fue elogiado por algunos como un "genio" hace varios meses por anexar a Crimea- ya no parecía ser "tan inteligente" hoy, cuando la economía rusa está colapsando.
El presidente sugirió que el precio del crudo, que ha caído a la mitad desde junio en parte debido al auge de la producción de shale en EEUU, había funcionado perfectamente en los planes estadounidenses de domar a Putin.
"Su economía ya se estaba contrayendo y el capital estaba saliendo incluso antes del colapso del petróleo. Y parte de nuestro raciocinio en este proceso fue que la única cosa que mantenía a esa economía a flote era el precio del petróleo", aseguró a la radio NPR.
EEUU calculó que "con el paso del tiempo (las sanciones) harían que la economía rusa fuera suficientemente vulnerable para que si y cuando hubiera interrupciones con respecto al precio del petróleo -lo que, inevitablemente, habría ocurrido en algún momento, si no este año entonces el próximo o el siguiente- tendría enormes dificultades para manejarlo", aseguró Obama.
La economía rusa se contrajo el mes pasado por primera vez en cinco años a medida que el precio del petróleo siguió cayendo y el valor del rublo se desplomó, generando advertencias de los analistas de que una recesión era inminente.
EEUU ha liderado la imposición de sanciones occidentales que casi excluyeron a los bancos y empresas rusas de los mercados de capital internacionales, aunque algunos líderes europeos han sido reacios a ser tan duros como Washington.
El precio del crudo de referencia Brent ha caído desde más de US$ 115 el barril en junio a menos de US$ 60, un descenso precipitado por el auge del crudo shale -lo que ha reducido las necesidades de importación de EEUU- y la débil demanda en Europa y Asia.
La entrevista a Obama, que se grabó antes de que viajara a Hawaii para las fiestas, el 19 de diciembre, llegó a fines de un año en el cual su política exterior ha estado bajo fuego. Pero dijo que en los seis años en la Casa Blanca ha aprendido el valor de "tener paciencia estratégica".
El mandatario estadounidense agregó: "hay que recordar que hace tres o cuatro meses, todos en Washing-
ton estaban convencidos de que el presidente Putin era un genio y que había sido más hábil que todos nosotros y había hecho bullying y... había aplicado estrategias para expandir el poder ruso".
"Yo dije en ese momento que no queríamos una guerra con Rusia, pero que podíamos aplicar una presión constante... siendo el pilar de una coalición internacional para oponernos a la violación por parte de Rusia de la soberanía de otro país, y que en el tiempo esto sería un error estratégico para Rusia".
"Y hoy, sabe, siento que al menos fuera de Rusia, quizás algunas personas están pensando que lo que hizo Putin no era tan inteligente".
Obama terminó el año tomando medidas para normalizar las relaciones con Cuba, pese a la oposición de muchos republicanos. Afirmó que Irán era un país más amenazante que Cuba, pero no descartó reestablecer una embajada de EEUU en Teherán si se pudiera llegar a un acuerdo para asegurar que Irán no adquiera un arma nuclear.
Financial Times