El jefe ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, advirtió a los manifestantes pro democracia que no pongan a prueba la paciencia de Beijing y apuntó hacia un posible compromiso para terminar la campaña de desobediencia civil que se ha mantenido por más de tres semanas. En la primera entrevista concedida a un medio internacional desde que empezaron las protestas, Leung dijo que Hong Kong ha tenido la "suerte" de que Beijing no haya sentido aún la necesidad de intervenir en la confrontación sobre la reforma electoral.
electoral. "Hay una fina línea entre lo que hacemos en Hong Kong y lo que (los líderes) en Beijing piensan o pueden pensar que hay que hacer. Hasta ahora, Beijing ha dejado que sea el gobierno de Hong Kong el que afronte la situación", explicó Leung. "Creo que deberíamos poner nuestro mayor esfuerzo, no permanecer en esta postura. Desafiándome a mí, al gobierno de Hong Kong, en estos tiempos difíciles, no lograrán nada para nadie ni para el alto grado de autonomía de Hong Kong", aseguró. Los manifestantes tomaron la calle por primera vez el 26 de septiembre para demandar cambios en la forma en que Hong Kong elige a su jefe ejecutivo, su principal cargo político. Bajo el plan actual, alrededor de 5.000 residentes votarían en las elecciones de 2017, la primera vez que los residentes dispondrán del sistema de elección "un hombre, un voto".
Sin embargo, los candidatos deben ser aprobados por un comité de nominación, lo que hace que los críticos teman que no sea representativo para los ciudadanos de Hong Kong. Miles de manifestantes, muchos de ellos estudiantes, han mantenido una protesta a lo largo de Hong Kong, clausurando carreteras y calles comerciales e incluso bloqueando las inmediaciones de la oficina del jefe ejecutivo, pidiendo que se replantee el sistema.
El punto muerto de las relaciones ha derivado en un enfrentamiento violento con la policía y presenta al gobierno central chino una crisis política a gran escala. Los manifestantes quieren que la nominación sea un proceso abierto al público, algo que el gobierno de Hong Kong ha denegado repetidamente, en lugar de instar a los ciudadanos a tomar el acuerdo propuesto. "En Hong Kong tendremos sufragio universal... eso está fuera de toda duda", asegura Leung antes de leer las secciones de una copia del texto de la Ley Básica, el texto legal que rige el territorio, y advierte del peligro del populismo e insiste en que el sistema electoral debe proteger a los grupos minoritarios.
"Si se trata de un juego de números, de representación numérica, entonces obviamente estaríamos hablando de la mitad de la gente de Hong Kong que gana menos de US$ 1.800 al mes", afirma en referencia al salario medio per cápita. "Se podría terminar con este tipo de políticos y políticas". Sus comentarios molestarían a aquellos en Hong Kong que argumentan que su sistema de gobierno favorece a los ricos. Leung admite que el gobierno necesita hacer algo más para solucionar los problemas que enfrentan los pobres, tales como la falta de movilidad social y la escasez crónica de vivienda, que en su opinión es "inaceptable".
Hoy tendrá lugar la primera de una serie de reuniones entre el grupo de estudiantes que lideran las protestas y el gobierno. Leung hizo hincapié en que no se trata de "negociaciones", sino más bien una oportunidad para que los estudiantes expliquen directamente su postura al gobierno. "Nos gustaría escuchar lo que los estudiantes tienen en mente y sus propuestas", dijo y aseguró que "somos todo oídos*
Afirmó que la composición del comité de nominación, que se definirá en consulta pública este año, podría ofrecer espacio de maniobra para lograr un acuerdo con los estudiantes. El plan utilizaría el comité compuesto por 1.200 miembros que eligió Leung en 2012 como modelo. "Podría haber un compromiso, en algún punto intermedio, si hacemos que el comité de nombramientos sea algo aceptable para estos estudiantes".