La compra de Astrazeneca por parte de Pfizer estaba pendiendo de un hilo ayer después de que su oferta “final” de 69.400 millones de libras (US$ 117.000 millones) fue rechazada por la compañía británica, generando recriminaciones entre las farmacéuticas rivales y los accionistas.
Leif Johansson, el presidente de AstraZeneca, dijo que Pfizer había “fracasado en establecer un caso de negocio o valor estratégico convincente” para el acuerdo que sería la mayor adquisición extranjera de un grupo británico y uno de los mayores de la historia de la industria farmacéutica.
Pfizer antes había descartado una oferta hostil y dijo que se retiraría si AstraZeneca rechazaba abrir negociaciones amistosas sobre su propuesta de 55 libras por acción.
La compañía ahora está atada a esos compromisos bajo las reglas de adquisiciones británicas, por lo que su única esperanza de revivir el acuerdo es si los accionistas ponen más presión a AstraZeneca para que cambie de opinión. Algunas personas cercanas a Pfizer indicaron que la compañía aún tenía esperanzas de reavivar el acuerdo antes de la fecha límite del 26 de mayo para hacerla una oferta formal. Pero sus opciones son limitadas.
Ya que Pfizer hizo público su interés en AstraZeneca el mes pasado, el acuerdo ha causado olas políticas en ambos lados del Atlántico. Los políticos británicos transmitieron alarmas sobre su potencial impacto en las ciencias del país, mientras que los congresistas estadounidenses tienen dudas sobre el plan de Pfizer de mover su base tributaria al Reino Unido para escapar de las altas tasas de EEUU, ante el evento de un acuerdo.
Los accionistas de AstraZeneca están divididos. Algunos dicen que la administración había traicionado a los inversionistas al rechazar una oferta que representaba el 45% de prima del precio de cierre de la farmacéutica antes de que se supiera la noticia del interés de Pfizer.
Otros respaldan la convicción del directorio de las perspectivas a largo plazo de la compañía.
Uno de los accionistas más importantes de AstraZeneca señaló: “el directorio cometió un gran error de cálculo, y habrá un mayor número de accionistas muy molestos”. Alastair Gunn, administrador de fondo en Jupiter, un inversionista, dijo: “expresaremos nuestra decepción al directorio de AstraZeneca por el modo en que el proceso de oferta ha sido llevado”. Pero Richard Hughes, del fondo M&G, otro inversionista, dijo que creía que la compañía tenía un valor a largo plazo.
Consultado sobre si el directorio reconsideraría la oferta, Johansson dijo que no. “Hemos gastado mucho tiempo comprometiéndonos con Pfizer. Estamos confiados de que tenemos una estrategia independiente que entregará valor a los accionistas”.