FT respalda idea de reestructuración de Enel
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Las compañías europeas de servicios básicos tienen tan poco poder por estos días. Hay que observar los precios de la electricidad forward a 2015 en Italia: han caído a 52 euros por megawatt hora en el año a la fecha, un décimo menos que este año.
Eso le duele a Enel, la utility italiana. Aún con un programa de cobertura, Goldman Sachs cree que los precios más bajos van a golpear las ganancias netas en cerca de 400 millones de euros. La débil economía de Italia y el exceso de capacidad de generación de energía tiene a la mayoría de los analistas preocupados, la demanda de electricidad italiana ha caído 3%.
Enel podría compensar estas ganancias perdidas reorganizando su desordenada estructura de capital. Tiene diez subsidiarias listadas en bolsa. Una consolidación de sus subsidiarias de energía latinoamericanas, que posee a través del control de un 92% de Endesa España, podría recapturar parte de la fuga de las ganancias a los accionistas minoritarios. Enel desvió 1.500 millones de euros a los minoritarios el año pasado. Pero comprar estas participaciones cuesta dinero. Para hacerlo, Enel recaudó fondos a través de una emisión de derechos el año pasado por medio de otra subsidiaria. Enersis, listada en bolsa en Chile, cuyo 61% es propiedad de Endesa. Hasta ahora, todo complicado.
Quizás Enel podría simplificar las cosas siendo propietario directo de sus negocios latinoamericanos, en lugar de poseerlos a través de Endesa. UBS cree que las ganancias de Enel se beneficiarían de esta reorganización. Podría pagar esta reorganización vendiendo una participación mayor en lo que sería entonces una Endesa puramente ibérica, que se suma al 8% de libre flotación.
Vagas esperanzas de algún tipo de restructuración han entusiasmado a los operadores. Las acciones han subido 40% en el último año, superando al Índice MSCI Euro Electricity por diez puntos porcentuales. Pero ahora se ven costosas.
Enel se transa en un múltiplo de flujo de efectivo más alto y un rendimiento de dividendo más bajo que sus socios continentales. Los débiles precios de la electricidad no ayudarán a Enel a mantener su calificación premium. Pero una reestructuración -en la cual la administración tenga mayor control- podría ayudar.