David Cameron ha prometido no rendirse en su batalla por impedir que Jean-Claude Juncker se convierta en el presidente de la Comisión Europea, desafiando a otros líderes de la UE en una cumbre la próxima semana a derrotarlo en una votación en una confrontación sin precedentes.
El primer ministro británico está crecientemente aislado y afronta una casi segura derrota, pero está decidido a forzar una votación de los líderes del Consejo Europeo, el cuerpo que hasta ahora siempre había resuelto sobre el principal puesto de Bruselas por consenso.
Cameron acusó a los líderes de criticar a Juncker y al proceso de designación en privado, pero estar dispuestos a apoyar la opción del ex primer ministro de Luxemburgo en la cumbre de la próxima semana.
“Si quieren reformas en Europa deben levantarse por ellas. Sin quieren un cambio, tienen que votar por eso”.
Funcionarios británicos dicen que si Cameron “se rinde” ahora, enviaría una señal a los otros miembros de la UE de que será débil en las próximas negociaciones sobre un nuevo trato para Inglaterra en su planeado referendo de 2017 donde se definirá su permanencia en el bloque.
Esta línea dura garantiza que será una cumbre muy tensa; funcionarios británicos creen que la canciller alemana Angela Merkel estará entre aquellos preocupados de establecer el principio de que los países grandes pueden ser derrotados por una votación en temas relevantes.
Merkel está decidida marcar su punto en el asunto Juncker y funcionarios ingleses creen que le ha dado su apoyo por presiones políticas y de los medios a nivel local.