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Beijing busca encantar al mercado europeo
Por: | Publicado: Jueves 6 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Víctor Mallet en Madrid
China ha lanzado una ofensiva para conquistar a Europa con repetidas promesas de Li Keqiang, el vicepremier de visita en el continente, para comprar bonos soberanos españoles y ayudar a la eurozona a salir de la crisis de deuda pública.
China continuará evaluando el mercado y seguirá con la compra, dijo Li, quien ayer se reunió con José Luis Rodríguez Zapatero, presidente socialista del gobierno español, el rey Juan Carlos, miembros del gabinete y líderes empresariales.
Su visita a Madrid, que será seguida por viajes al Reino Unido y Alemania, fue acompañada por la firma de al menos 16 acuerdos de negocios valorados en unos US$ 7.500 millones.
Varias veces durante la crisis de deuda de la eurozona que se desató el año pasado, en la que Grecia e Irlanda fueron rescatadas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, las autoridades chinas ofrecieron comprar deuda a España, Grecia y Portugal, aunque no se entregaron detalles. China es un inversionista de largo plazo responsable en los mercados europeos, especialmente en el español, comentó Li con palabras idénticas a las utilizadas en un columna escrita por él en el diario El País, el lunes.
Los acuerdos de negocios incluyen vender vino español, jamón y aceite de oliva a China, un contrato por 19 millones de euros (US$ 25 millones) para sistemas de control de tráfico aéreo entregados al grupo español Indra, y un acuerdo de cooperación para Latinoamérica entre el banco español BBVA y el China Development Bank.
Pero la mayor parte de la suma anunciada viene de la compra de US$ 7.100 millones hecha por Sinopec, el grupo chino de gas y petróleo, de 40% de participación de Repsol Brasil, una subsidiaria de la compañía de energía española Repsol. Los dos grupos dicen que ahora extenderán sus sociedades hacia nuevas áreas. China y sus empresas están ansiosas por invertir en recursos naturales en mercados emergentes, y los activos españoles y la pericia de Latinoamérica han sido especialmente tentadores.
Beijing también quiere que se levante un embargo de ventas de armas a China y está pidiendo un mejor acceso a los mercados europeos. China tiene desequilibrios comerciales muy grandes a su favor con países como España, que exportó en 2009 menos de 2.000 millones de euros en productos a China, aunque importó 14.500 millones de euros.
Pero China está clasificada como una economía de no mercado, lo que la hace vulnerable a los casos de comercio anti-dumping.
Las compañías europeas y estadounideses se han quejado de las dificultades que tienen para ser rentables en China sin perder su propiedad intelectual frente a rivales locales y ex socios de negocios en ese país.
China ha lanzado una ofensiva para conquistar a Europa con repetidas promesas de Li Keqiang, el vicepremier de visita en el continente, para comprar bonos soberanos españoles y ayudar a la eurozona a salir de la crisis de deuda pública.
China continuará evaluando el mercado y seguirá con la compra, dijo Li, quien ayer se reunió con José Luis Rodríguez Zapatero, presidente socialista del gobierno español, el rey Juan Carlos, miembros del gabinete y líderes empresariales.
Su visita a Madrid, que será seguida por viajes al Reino Unido y Alemania, fue acompañada por la firma de al menos 16 acuerdos de negocios valorados en unos US$ 7.500 millones.
Varias veces durante la crisis de deuda de la eurozona que se desató el año pasado, en la que Grecia e Irlanda fueron rescatadas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, las autoridades chinas ofrecieron comprar deuda a España, Grecia y Portugal, aunque no se entregaron detalles. China es un inversionista de largo plazo responsable en los mercados europeos, especialmente en el español, comentó Li con palabras idénticas a las utilizadas en un columna escrita por él en el diario El País, el lunes.
Los acuerdos de negocios incluyen vender vino español, jamón y aceite de oliva a China, un contrato por 19 millones de euros (US$ 25 millones) para sistemas de control de tráfico aéreo entregados al grupo español Indra, y un acuerdo de cooperación para Latinoamérica entre el banco español BBVA y el China Development Bank.
Pero la mayor parte de la suma anunciada viene de la compra de US$ 7.100 millones hecha por Sinopec, el grupo chino de gas y petróleo, de 40% de participación de Repsol Brasil, una subsidiaria de la compañía de energía española Repsol. Los dos grupos dicen que ahora extenderán sus sociedades hacia nuevas áreas. China y sus empresas están ansiosas por invertir en recursos naturales en mercados emergentes, y los activos españoles y la pericia de Latinoamérica han sido especialmente tentadores.
Beijing también quiere que se levante un embargo de ventas de armas a China y está pidiendo un mejor acceso a los mercados europeos. China tiene desequilibrios comerciales muy grandes a su favor con países como España, que exportó en 2009 menos de 2.000 millones de euros en productos a China, aunque importó 14.500 millones de euros.
Pero China está clasificada como una economía de no mercado, lo que la hace vulnerable a los casos de comercio anti-dumping.
Las compañías europeas y estadounideses se han quejado de las dificultades que tienen para ser rentables en China sin perder su propiedad intelectual frente a rivales locales y ex socios de negocios en ese país.