El menguante crecimiento de las economías de mercados emergentes es "una preocupación particular" para la estabilidad financiera de la eurozona, advirtió el Banco Central Europeo. Según la última edición del informe de Estabilidad Financiera que el BCE publica dos veces al año, las vulnerabilidades con raíz en los mercados emergentes han incrementado en los últimos seis meses y China sigue siendo "una preocupación particular", pese a la menor volatilidad desde el verano (boreal).
La revisión afirma que aunque las perspectivas para las economías avanzadas como la eurozona han mejorado y los bancos de la zona euro tienen menor exposición directa a las economías de mercados emergentes fuera de Europa, el temor sobre China podría seguir impactando en el bloque debido al efecto de la confianza global.
La negatividad podría provocar una liquidación de activos de riesgo como acciones, poniendo de manifiesto las preocupaciones que el BCE ha mantenido sobre un giro abrupto en la disposición de los inversionistas en asumir mayor riesgo. Un revés de este tipo podría generar mayores caídas en el precio de los activos, que muchos economistas advierten sobrevaluados, y acabar con la liquidez de los mercados financieros.
El BCE dijo que el "desalineado" precio de los activos era una de las "principales vulnerabilidades". Mientras que el precio de las propiedades en la eurozona como bloque está en líneas generales dentro de la normalidad histórica, hay fuertes divergencias entre los países. Los gobiernos y, en menor medida, las compañías privadas enfrentan desafíos de sustentabilidad de su deuda.
El BCE prevé inyectar más estímulos a principios de diciembre elevando su programa de alivio cuantitativo a la mayoría de los bonos gubernamentales y considerando recortar la tasa de depósito a -0,2%, aunque desde Alemania advierten que un prolongado período de bajas tasas puede ser "un serio problema" para su sistema financiero.