Por Hugh Carnegy
París
Alain Juppé, uno de los políticos con más experiencia de Francia, se ha sacado los guantes ante el ex presidente Nicolas Sarkozy al declarar que se presentará para la candidatura de la centro derecha en la elección presidencial de 2017.
El ex primer ministro realizó el sorpresivo anuncio en su blog ayer, ganándole la mano a Sarkozy, quien ha prometido revelar si es que realizará un esperado regreso político en las próximas semanas.
Juppé, de 69 años y quien se desempeñó como ministro de Relaciones Exteriores en la última parte del gobierno de Sarkozy entre 2007 y 2012, lidera las encuestas como el político más popular de Francia. Pero está por detrás del ex mandatario entre los activistas de su partido UMP, que elegirá su candidato para 2017 en las primarias que se celebrarán en 2016.
El UMP ha estado dividido por riñas por el liderazgo y escándalos financieros desde que Sarkozy fue derrotado en 2012 por François Hollande, debilitando su capacidad para organizar una oposición efectiva al presidente más impopular de la postguerra, limitado por una economía estancada y un creciente desempleo.
“Debemos ganar para sacar a Francia del lío en el que está metida hoy. Eso no se da por sentado”, escribió Juppé, quien desde hace tiempo es alcalde de Burdeos.
Su atractivo es ser un estadista mayor de la centro derecha que se opone a un giro hacia la derecha para evitar la creciente amenaza del ultraderechista Frente Nacional, liderado por Marine Le Pen, como muchos defensores de Sarkozy proponen. El FN ganó las elecciones parlamentarias europeas en mayo, derrotando fácilmente al UMP y al Partido Socialista de Hollande.
La declaración de Juppé pareció disipar cualquier duda sobre una alianza con Sarkozy, cuyos defensores le están clamando que compita a pesar de una serie de investigaciones judiciales en su contra sobre supuesta corrupción e irregularidades en el financiamiento de la campaña, acusaciones que él niega.
Sarkozy está considerando presentarse como presidente del UMP en noviembre cuando el puesto será disputado en un congreso especial del partido. Él quiere retomar el control del partido antes de una nueva carrera presidencial, con la esperanza de adelantarse a las primarias.
Pero Juppé y otras altas figuras del partido están insistiendo en que las primarias deberían celebrarse sin importar quién gane la presidencia del partido. Juppé aseguró que sería un candidato en las primarias, pero no disputará la presidencia del partido.
Juppé fue primer ministro a mediados de los ‘90 bajo el ex mandatario Jacques Chirac. Juppé también fue golpeado por el escándalo, cumpliendo después una prohibición sobre el servicio público luego de ser condenado por abuso de fondos públicos relacionado al período previo de Chirac como alcalde de París.
Pero él afirmó que en la política francesa “sólo cuenta la muerte física, de otro modo, siempre está la posibilidad de la resurrección”.
El otro líder del UMP declarado candidato para 2017 es François Fillon, primer ministro bajo Sarkozy y quien ha adoptado una actitud hostil hacia su ex jefe. Sin embargo, Juppé es visto como el oponente más fuerte para el ex gobernante.
“Enfrentado por la excavadora Sarkozy, sólo hay espacio para un rival”, comentó a Le Figaro el cientista político Thomas Guénolé. “Alain Juppé tiene una autoridad moral entre la gente de la derecha que François Fillon no tiene”.