México: un nuevo gobernador toma el timón del banco central
El funcionario mantendría las políticas cautelosas dados los riesgos por el Nafta y la volatilidad de la divisa.D
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Alejandro Díaz de León asumió como gobernador del Banco de México (Banxico, el banco central) el 1 de diciembre.
Díaz de León, un tecnócrata que ha sido el vicegobernador del banco central desde enero, reemplaza a Agustín Carstens, quien se fue para encabezar el Banco de Pagos Internacionales.
El nuevo gobernador, quien ha tenido una larga carrera en la administración pública, incluyendo un trabajo en el Ministerio de Finanzas, es considerado como un par de manos seguras que continuará las políticas ortodoxas de su predecesor.
Banxico ha dado prioridad a la estabilidad financiera y el control de la inflación, y se embarcó en un ciclo de ajuste de política monetaria en diciembre de 2015, que llevó a la tasa de interés desde un 3% a un 7%, nivel en que se mantiene desde junio.
La inflación ha excedido el rango meta oficial de 2%-4% desde principios de este año y alcanzó sus máximos en 16 años, en gran parte como resultado de la eliminación de subsidios al combustible en enero. Esto ha tenido efectos que se han traspasado a toda la economía.
La aguda devaluación de la divisa después de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en noviembre de 2016 también impulsó la inflación, aunque el peso mexicano ha rebotado desde sus mínimos en enero. La inflación se ha empezado a desacelerar: fue de 6,4% en octubre, por debajo del 6,7% registrado en agosto, pero todavía permanece bien por encima del objetivo.
El mandato de controlar la inflación representa un dilema para el banco, dado que el crecimiento económico ha sido lento. El crecimiento del PIB de hecho se contrajo en 0,3% a tasa trimestral en términos ajustados por estacionalidad en el tercer trimestre (el crecimiento a tasa anual fue de 1,6%), debido al impacto de dos terremotos ese mes.
Riesgos externos
En su última declaración de política monetaria Banxico advirtió sobre los riesgos a la baja, mayormente relacionados con las conversaciones para renegociar el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, su sigla en inglés) y la volatilidad de la divisa, que alimenta un aumento todavía mayor de la inflación.
Esperamos que Díaz de León mantenga el enfoque precavido de Carstens, dados los riesgos asociados con las renegociaciones del Nafta y la incertidumbre en torno al resultado de las elecciones generales en julio de 2018.