Directora del FMI advierte que la inflación se ha “convertido en un peligro claro y presente”
Kristalina Georgieva dijo que el mix de pandemia y la guerra en Ucrania “es como ser golpeado por otra tormenta antes de que nos hayamos recuperado de la última”.
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Una dura advertencia acerca de la inflación hizo ayer la directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien manifestó que en el actual escenario global “es un duro revés para la recuperación mundial”.
Durante su discurso de apertura de las reuniones de primavera boreal del FMI y Banco Mundial en Washington, la autoridad dijo que el contexto económico de pandemia, sumado a la guerra en Ucrania, “es como ser golpeado por otra tormenta antes de que nos hayamos recuperado de la última”.
Esto, en conjunto a la restricción financiera, el endeudamiento y las consecuencias en la cadena de suministro causadas por los recientes confinamientos en China por el Covid-19.
Junto con un menor crecimiento mundial, que el fondo redujo a 3,6% para este año y 2023, dijo que la aceleración de la inflación se ha “convertido en un peligro claro y presente para muchos países: el aumento de los precios de los alimentos y del combustible está poniendo a prueba los presupuestos de las familias corrientes”.
La directora del FMI también alertó sobre el riesgo de fragmentación geopolítica, un peligro que “se cierne sobre nosotros” y pondría en jaque los avances de desarrollo de los últimos 75 años y evitaría que se aborden otros retos como el cambio climático.
Prioridades ante mayores precios
Para salir de esta crisis, Georgieva apuntó a que se debe poner fin a la guerra, lo que tendría el efecto más positivo para la recuperación mundial en este momento, y seguir luchando contra la pandemia.
Desde el FMI se han proporcionado US$ 1.400 millones para financiamiento de emergencia a Ucrania, al igual que se ha propuesto desde el grupo y sus socios un conjunto de vacunas, pruebas y tratamientos antivirales por US$ 15.000 millones durante este año y de US$ 10.000 millones para el próximo.
Sin embargo, la directora señaló que existen tres prioridades urgentes derivadas de la inflación. La primera apunta a acciones decisivas por parte de los bancos centrales, “que deben mantener el pulso de la economía y ajustar la política según sea necesario”.
En segundo lugar está la acción internacional para evitar los precios altos y crecientes de los alimentos, sobre todo en los países pobres, donde existe un riesgo creciente de crisis alimentaria.
En tercer término, Georgieva dijo que los países necesitan políticas internas que ayuden a reconducir sus presupuestos, proporcionando al mismo tiempo asistencia específica a los más vulnerables. Esto, en el contexto de que la inflación y el endurecimiento de la política monetaria eleva los costos del servicio de la deuda, advirtiendo que en el caso de los países de renta baja, su carga ha alcanzado el 50% del PIB.
La directora también destacó que “el apoyo internacional es esencial, y aquí hemos dicho que el Marco Común para el Tratamiento de la Deuda del G-20 debe ser mejorar con procedimientos y plazos claros para deudores y acreedores.