La economía estadounidense añadió muchos más puestos de trabajo de lo esperado en marzo, pero los aranceles a las importaciones del presidente Donald Trump podrían poner a prueba la resistencia del mercado laboral en los próximos meses, en medio de la caída de la confianza empresarial y la liquidación del mercado de valores.
Las nóminas no agrícolas aumentaron en 228.000 puestos de trabajo el mes pasado después de un aumento revisado a la baja de 117.000 en febrero, dijo el viernes el Departamento del Trabajo en su informe de empleo.
Economistas consultados por Reuters habían pronosticado un aumento de las nóminas de 135.000 puestos de trabajo, tras el incremento de 151.000 registrado en febrero. Las estimaciones oscilaban entre 50.000 y 185.000.
La tasa de desempleo subió al 4,2% desde el 4,1% de febrero. El mercado laboral se está viendo apuntalado por un bajo nivel de despidos, lo que genera sólidas ganancias salariales que contribuyen a sostener la expansión económica.
Pero las empresas se han mostrado reacias a contratar debido a una política comercial incierta. Esa cautela podría dar paso a recortes de empleo después de que Trump desveló el miércoles un arancel mínimo del 10% sobre la mayoría de los bienes importados a Estados Unidos, desatando amenazas de represalias y sacudiendo los mercados financieros mundiales.
Los economistas estimaron que los amplios aranceles de Trump habían elevado la tasa arancelaria efectiva del país al nivel más alto en más de un siglo. Advirtieron de que las cadenas de suministro se paralizarían y los precios subirían, lo que culminaría en despidos a medida que se redujera el gasto de los hogares y los consumidores.
La ofensiva arancelaria de Trump desde su regreso a la Casa Blanca ya ha inquietado a las empresas, que habían celebrado su victoria electoral en noviembre. El informe podría ofrecer cierto alivio a corto plazo a los mercados financieros sacudidos por los aranceles.
Los datos y las encuestas de opinión sugieren que la economía se estancó en el primer trimestre debido a la incertidumbre sobre la política comercial y a las tormentas invernales. Las estimaciones de crecimiento del Producto Interno Bruto para el primer trimestre están por debajo de una tasa anualizada del 0,5%, con altas probabilidades de contracción. Los economistas no descartan una recesión en los próximos 12 meses.