Economía

Acemoglu: “Las democracias son mejores al crecer y al contrario del mito chileno, las democracias también son mejores al reformar instituciones”

El economista destacó, además, que “es imposible tener una globalización saludable sin instituciones más poderosas”.

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Jueves 2 de julio de 2020 a las 14:05 hrs.
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Una serie de preguntas se están generando a partir de la pandemia del coronavirus, que según los expertos podría modificar los modelos de gobernanza, la globalización, las instituciones y la distribución de la riqueza, entre otros aspectos de la sociedad.

El economista Daron Acemoglu es partidario de que todos estos tópicos se verán desafiados por el coronavirus, pero recordó que "antes del Covid-19 estábamos pasando un período complicado" en el que a su juicio "todo había creado fuerzas hacia una mayor inequidad".

El académico del MIT presentó su último libro "The Narrow Corridor: States, Societies, and the Fate of Liberty" en un webinar del mismo nombre organizado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile y el MIT, y aseguró que "el mundo ya estaba pasando por un período de desglobalización incluso antes de la crisis".

Esto en parte se explica, según el académico, debido a que "la globalización crea muchas presiones". "La forma en que hemos enfrentado la globalización ha tenido una gran falla", dice, y argumenta que "hemos pasado a un sistema de globalización que está totalmente libre de reglas, las organizaciones internacionales no tienen poder".

En consecuencia, Acemoglu alerta que "es imposible tener una globalización saludable sin instituciones más poderosas", añadiendo que sin entidades como Naciones Unidas, el Banco Mundial o la Organización Mundial de la Salud, "la globalización siempre va a crear más riesgo". "Las instituciones globales son muy débiles y no existentes", lamenta, y advierte que "una crisis global podría debilitar las instituciones internacionales".

Por lo mismo, el experto plantea que luego de la pandemia, el desarrollo "tiene que ser con multilateralismo e instituciones que puedan establecer normas", ya que hasta el momento "hemos ido a una globalización que quizás demasiado enfocada en la eficiencia".

A nivel local y con una mirada actual pero también histórica, el experto indicó que "las democracias son mejores al crecer, es bastante importante, y al contrario del mito chileno, si es que quieren decirle de una forma, las democracias también son mejores al reformar instituciones".

Tomando en cuenta las permanente aprehensiones hacia los estados populistas y autocráticos de la región, señaló que "en Chile a pesar de su éxito, como un país desigual tanto social como económicamente, las protestas recientes son muy de articulación en cierto nivel y fortalecen esos sentimientos".

Sin embargo, también señaló que en el contexto del Covid-19, "el impulso para mayores democracias o mejores campos de juego, como ven en Chile que empezó en octubre o septiembre, eso va a continuar, y es un elemento importante del futuro de Latinoamérica".

Lograr instituciones más sólidas y autoridades más confiables es posible según Acemoglu, quien explicó que algunos gobiernos en Latinoamérica, como el de Uruguay, "han sido tan rápidos en crear instituciones estatales y legitimidad, que esa dinámica social que ha creado tanto la sociedad como el Estado no son imposibles".

El colapso norteamericano

Fuera de la región, el académico fue tajante al afirmar que "vivimos en un período donde los riesgos de que colapsen las instituciones norteamericanas nunca ha sido mayor que ahora, es algo muy posible, porque hemos tenido la tormenta perfecta".

Esta tormenta, en su opinión, se ha configurado gracias a que "la debilidad de las instituciones estadounidenses se ha unido con una inequidad mucho mayor que ha reducido la confianza en las instituciones".

"Esta es la combinación que tenías a finales de los 20 y a principios de los 30 en Alemania, es un cóctel que está esperando a explotar, a punto de explotar", advierte.

¿Más impuestos para los más ricos?
Acemoglu fue tajante al decir que "los impuestos al capital tienen que ser aumentados por razones políticas y económicas", pero explicó que eso es distinto a los impuestos a la riqueza, lo que "corresponde más a una base mayor de impuestos corporativos".

"Lo que ocurre es que si tienes impuestos a capitales empiezas a deducir el retorno de capital en cierto punto, pero motivas mucho la toma de riesgos, benefician los emprendedores", indicó.

En su opinión, "los impuestos a la riqueza son una forma de ayudar a la economía política", pero por otro lado "parecen un castigo y aumentan la polarización política y el conflicto con la sociedad, aparece un repudio contra de los derechos de acuerdos de propiedad, entonces vas envenenar el ambiente político".

Así, planteó que "es una decisión difícil" que a su juicio hay que evaluar caso a caso, pero propuso "que volvemos a lo que teníamos en los 60, impuestos robustos a la herencia, corporativos a las compañías, obtienes gran parte de eso sin cambiar el contrato social e ingresar impuesto punitivos".

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