Un atentado cometido hoy contra un
gasoducto del sur de Bolivia causó la disminución en un diez por
ciento de la exportación de gas natural hacia Brasil, informó hoy la
empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El presidente de YPFB, Santos Ramírez, denunció en una rueda de
prensa en el Palacio de Gobierno que el atentado fue cometido por
grupos de "paramilitares, fascistas y terroristas", presuntamente
organizados por fuerzas opositoras que desataron una ola de
protestas sociales en el oriente y el sur del país.
El atentado ha ocasionado "hasta este momento" la baja en los
envíos de gas a Brasil de 30 a 27 millones de metros cúbicos diarios
y dejará a Bolivia perdidas diarias por ocho millones de dólares.
Una fuente del sector petrolero privado confirmó a Efe que en la
madrugada de hoy se registró una "explosión" en la válvula de un
gasoducto del sur de país que ha afectado parcialmente los envíos a
Brasil, daño que se evaluará completamente en las próximas horas.
Los destrozos se produjeron en un tubo de 32 pulgadas entre los
campos San Alberto y San Antonio, de donde sale la mayoría del gas
que consume la ciudad industrial brasileña de Sao Paulo, el mercado
más grande del gas boliviano.
El presidente de YPFB agregó que el atentado le costará al Estado
boliviano US$100 millones por la reparación que tardará
entre quince y veinte días y por las multas que debe pagar a Brasil
por la disminución de los envíos.
También aseguró que estos gastos deben ser cubiertos por el
presupuesto de las prefecturas (gobernaciones) y los comités cívicos
opositores que en el sur del país mantienen una ola de protestas
contra el Gobierno desde hace más de dos semanas.
Los grupos opositores de los departamentos de Santa Cruz, Beni,
Pando y Tarija -región que concentra el 85% de las
reservas de gas del país- reclaman al presidente Evo Morales que
devuelva los ingresos petroleros que les fueron reducidos en enero
pasado.
Además, en el sur de Bolivia, grupos radicales de este movimiento
también ocuparon en la madrugada de hoy, cerca de la localidad de
Villamontes, una planta de envasado de gas licuado de petróleo en
bombonas.
Los grupos opositores, entre ellos una persona disfrazada de
militar, atacaron a dos soldados que custodiaban la planta, los
desarmaron e irrumpieron a la instalación para causar la suspensión
de sus actividades, mostraron los canales de televisión.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, anunció que a
partir de hoy se dispondrá una "mayor presencia" militar en las
instalaciones petroleras para evitar "los atentados criminales" en
esa región productora de hidrocarburos.
También dijo que los atentados y la ola de protestas opositoras
buscan "sepultar la nacionalización" decretada por Morales en 2006,
"llevarse por delante al Gobierno y derrumbar la democracia".