La aprobación del fast track permitirá que el presidente Barack Obama cierre uno de sus proyectos más ambiciosos: el TPP, un acuerdo que ayudará a “escribir las reglas del comercio internacional del siglo XXI”, aseguró el gerente general de la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio (AmCham Chile), Roberto Matus.
Matus conversó con DF desde Washington, donde participó en reuniones con parlamentarios para destrabar el acuerdo que evita la doble tributación entre Chile y EEUU, y en reuniones con las comisiones de Finanzas y de Medios y Arbitrios de ambas cámaras para conocer el avance del fast track y el TPP.
- ¿Cómo fue el proceso en el Congreso de EEUU?
- Fue muy largo y difícil. Se utilizaron un conjunto de modalidades legislativas muy diversas, por varias razones. Por un lado, un número importante de los demócratas no respalda este acuerdo TPP. Por otro, el fast track no se presentó solo, sino que era parte de un conjunto de otros proyectos legislativos comerciales. El más importante de ellos es el Trade Adjustament Assistance, un programa especial del gobierno para reentrenar a trabajadores que pierdan sus puestos como consecuencia de un acuerdo comercial.
- ¿Qué importancia tiene este fast track para la política comercial de Obama?
- Es fundamental, porque sin él Obama no puede cerrar la negociación del TPP. Es una autorización del Congreso al Ejecutivo, para negociar un acuerdo comercial. Esa autoridad radica en el Congreso. Pero además, el Capitolio se compromete a que sólo aprobará o rechazará el acuerdo comercial, no podrá modificarlo. Chile y los otros países tendrán la certeza de que el proyecto que haya sido negociado no será modificado.
- ¿Qué relevancia tiene el TPP para Chile?
- Es muy relevante. Si bien Chile ya tiene acuerdos comerciales con los otros once países, en el caso de Japón es limitado: hay productos que están excluidos y otros que están en cuotas. Chile obtendrá un acceso mayor al mercado japonés del que tiene hoy. Pero también hay temas que nunca antes habían sido tratados en acuerdos comerciales, como el comercio electrónico y la acumulación de origen. En definitiva, aquí se están escribiendo las reglas del comercio internacional del siglo XXI y es muy poderoso para Chile ser parte de ese foro.