Hace poco más de tres semanas, la Junta General Ordinaria de la Asociación Chilena de Seguridad (AChS) formalizó el anuncio que se había transmitido internamente en los días previos: el gerente general, Cristóbal Prado (CP), dejará el cargo que ocupa desde marzo de 2011.
Esto es un hecho relevante si se toma en cuenta que durante su gestión, la institución revirtió las cifras en rojo y mantuvo un balance positivo durante los últimos siete años.
En dicho lapso destacaron hitos como el salto en los recursos aportados a la prevención, un ambicioso plan de digitalización, la optimización de la gestión administrativa y del gobierno corporativo, junto a la mayor inversión en infraestructura en años: la modernización el Hospital del Trabajador de Santiago por US$ 125 millones.
Pero aún falta un año y medio para el término efectivo de la era de Prado en la AChS. El ejecutivo permanecerá en sus funciones en ese período, a lo largo del cual la institución realizará la tarea de diseñar el nuevo perfil de ese cargo en función de los próximos desafíos y el contacto con los mejores candidatos, así como su posterior selección y asesoramiento, para así el cumplir con el cronograma que contempla el traspaso del cargo a fines de 2020.
Prado jugará un rol activo en todo ese proceso, ya que participará del comité a cargo de estructurar el proceso de sucesión junto a tres directores y dos asesores externos.
“Junto con el directorio, voy a ser un actor relevante para definir la sucesión en esta organización con un plan de excelencia para seguir fortaleciendo nuestro gobierno corporativo”, subrayó.
De hecho, la AChS ya puso en marcha el trabajo previo de identificación de los principales desafíos institucionales en el largo plazo y los contextos internos y externos que va a enfrentar el futuro gerente general, para lo cual han realizado contactos con expertos y académicos de universidades referentes a nivel mundial.
El paso siguiente será la construcción del perfil óptimo, y una vez que estén identificadas las personas convocadas, se pondrá a su disposición programas de formación institucional y de “acompañamiento en liderazgo y comunicación con apoyo internacional, para asegurar el mejor líder para el futuro de la AChS”, detalló el ejecutivo.
“Queremos que el proceso sea adecuado para entender qué capacidades requerimos dado el entorno desafíos internos. Por eso nuestro diseño de esta sucesión es relativamente de largo plazo comparado con lo que se ve en Chile, pero no está alejado de las mejores prácticas internacionales, que hemos mirado. Tenemos un gran reconocimiento a la excelente labor de Cristóbal y tenemos que conseguir ese mismo nivel de desempeño en el liderazgo futuro”, explicó Paul Schiodtz (PS), presidente del directorio de la AChS, sobre la tarea en la que contarán con el apoyo de asesores como Alfredo Enrione y el exministro Rodrigo Álvarez.
- ¿Cuál es el motivo de la renuncia?
CP: Tomé la decisión de dejar la AChS, lo que se concretará a fines de 2020, momento en el cual estaré próximo a cumplir diez años en la institución; creo que en la vida hay ciclos que es bueno cerrar. Y pensando en la organización, es muy importante dejar espacio para que nazcan nuevos liderazgos con miradas estratégicas alternativas que impulsen formas de trabajo diferentes que posibiliten una transformación permanente. No es bueno que el alto liderazgo permanezca por tiempos excesivamente prolongados.
- ¿Existió algún problema interno que determinó su salida de la asociación?
CP: Ninguno. Siempre he sentido un total apoyo del directorio. Es más, no hubiese tomado esta decisión si no estuviese convencido de la madurez de la organización, de las prácticas de gestión y profesionalización de nuestros equipos, que nos permiten asegurar que este proceso será muy bien conducido.
- ¿Hubo conflictos de intereses que incidieron en este proceso?
CP: No, de ninguna manera. Es cierto que siempre es posible que haya conflictos de interés –respecto de los cuales hemos preocupado que no existan en los procesos- y la pregunta es cómo se administran. Yo tomé la decisión por convicción respecto de que voy a cumplir un ciclo exitoso.
- ¿Cuestionó algún stakeholder la permanencia del actual gerente general?
PS: No, no hubo nada ni remotamente cercano a algo de ese estilo. Cristóbal ha cumplido un ciclo transformacional exitoso, y para los desafíos que vienen, que son importantes, se requieren nuevas miradas y nuevos liderazgos. No hay una razón distinta a eso.
- ¿Seguirá teniendo las mismas atribuciones que tenía en el próximo año y medio o habrá una transición?
CP: Yo sigo ejerciendo mi rol de gerente general hasta el último día definido a fines del 2020, momento en el cual el comité, en comunión con el directorio, van a tomar la decisión respecto del sucesor.
- Con posterioridad a 2020, ¿va a jugar un rol en la AChS?
CP: No, porque nuestros códigos de buenas prácticas implementadas en los años recientes en el gobierno corporativo, establecen que nadie que haya sido parte de la administración puede tomar un rol posterior hasta pasados cinco años de black out.
Tampoco los directores –que ocupan el cargo por un máximo de seis años- pueden ejercer después algún rol en la administración hasta que no pase un período razonable.
US$ 30 millones en gestión preventiva
- Previo al inicio del plan de modernización, la AChS tuvo resultados operacionales negativos que revirtieron desde 2011 y mantenido hasta ahora. ¿Qué prevé para 2019?
CP: Para este año proyectamos un margen operacional (resultado operacional sobre ingresos) de 10%, que se compara con el 5% de 2018. Y largo plazo hemos identificado un margen óptimo en torno a 7%, que es lo que perseguimos como organización. Somos una corporación sin fines de lucro, pero no significa que no tengamos excedentes para contar con los recursos necesarios para invertir al servicio de una mejor experiencia y en mejores modelos para reducir los índices accidentabilidad en nuestro país.
- Dado que su meta de accidentabilidad al 2021 es de 2%, ¿cuál es el índice actual?
CP: Es de 2,6%, y evolucionar al 2% -que nos situará en la vanguardia de la OCDE- requiere un esfuerzo mayúsculo e incorporación de tecnología de clase mundial. Recientemente lanzamos el nuevo modelo de gestión preventiva AChS Gestión en el cual invertimos US$ 30 millones, la mitad en la compra y desarrollo de la plataforma y los otros US$ 15 millones en la construcción del modelo durante más de dos años. Esto va a permitir a todas las empresas -independiente de su sector, tamaño y madurez de su sistema preventivo- que desarrollen una seguridad de salud profesional de nivel internacional.
- ¿Cuántos recursos destinarán a medicina preventiva?
CP: En 2018 asignamos más de $ 60 mil millones anuales a acciones preventivas para evitar accidentes, y este año va ser levemente superior. Es un esfuerzo cercano a
US$ 100 millones anuales, en circunstancias que antes de la modernización se invertía del orden de la mitad. Esta mayor inversión, sumada a los avances en gestión, han reducido en un 50% la accidentabilidad en los últimos siete años.
- ¿Cómo seguirá avanzando el plan de digitalización?
CP: El esfuerzo que hicimos con Uber, Waze y Kappo, es una parte de una estrategia de digitalización de enorme alcance nacional que atiende a 73 mil entidades e incorpora de la tecnología al servicio de una mayor cobertura de información y data más inteligente.
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