Zara ingresa al negocio de la moda de segunda mano en búsqueda de un menor consumo de materias primas
De acuerdo con cifras de la ONU, la industria textil es la segunda más contaminante del planeta. Y cada vez son más las compañías que enfocan sus esfuerzos en reducir emisiones.
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Este viernes el grupo Inditex anunció su arribo a un mercado que está en plena ebullición: El de la ropa de segunda mano. Y lo hará de la mano de la sucursal de Zara -una de las principales empresas de moda en todo el mundo- en Reino Unido.
De acuerdo con el gigante de la moda, esta medida se traducirá en brindar ayudar a sus compradores británicos para revender, reparar o donar las prendas de ropa que hayan sido compradas en Zara, de manera que estos tres servicios están enfocados a extender la vida útil de esos textiles.
Por el momento, desde Inditex -liderada por la empreresaria Marta Ortega- no ha aclarado si se ampliará este servicio a otros mercados más allá del británico, pero sí confirmaron que con él logrará la reducción de residuos y un menor consumo de materias primas.
Este plataforma arrancará el próximo 3 de noviembre, y supondrá el primer paso que da la compañía gallega hacia la reventa o reparación. De hecho, permitirá a sus compradores solicitar reparaciones de cualquier prenda de Zara, independientemente de la temporada, comprar y vender sus artículos de Zara o donar los que ya no usen a través de una plataforma pionera llamada Zara Pre-Owned que estará integrada en sus tienda física de Zara, Zara.com y en su aplicación.
La plataforma recoge el éxito de la venta de ropa de segunda mano de Zara en otras aplicaciones y se da en medio de un escenario climático en el que destacan iniciativas sustentables como esta. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria textil es la segunda más contaminante del planeta. Y cada vez son más las compañías que se alinean con los objetivos que contribuyen a la reducción de emisiones.
En el caso de Inditex, pretende llegar a las cero emisiones netas en 2040.
¿Cómo funciona?
El proceso compra y venta de segunda mano funciona de cliente a cliente. Los usuarios pueden revender o comprar cualquier prenda de Zara independientemente de la colección, y Zara pone la tecnología y el servicio al cliente. Quienes deseen vender sus artículos fotografiarán sus productos y Zara se encargará de dar información detallada del mismo en su plataforma, donde aparecerán los productos organizados por categorías.
El pago se ejecutará a través de la plataforma Stripe. Y los datos de los compradores se pasarán al vendedor cuando se apruebe la venta, para que éste pueda enviar la mercancía.
Zara, que cuenta con 100 tiendas en Reino Unido, incluidas 60 tiendas Zara, asegura que este servicio de segunda mano no será rentable inicialmente. "En esta etapa, esta plataforma está concebida exclusivamente como una herramienta para ayudar a los clientes a extender la vida útil de su ropa y adoptar un enfoque más circular", según Paula Ampuero, directora de sostenibilidad de Zara.
Con el propósito de recoger ropa donada para organizaciones benéficas, Zara comenzó a instalar contenedores en sus tiendas europeas en 2016. Ahora ha ampliado este servicio para que los clientes que lo deseen puedan solicitar que se recoja en su domicilio la ropa que se va a donar. Cruz Roja es la organización que dará una nueva vida a los productos reutilizándolos o reciclándolos. Este servicio es para ropa de cualquier marca.
Un mercado en expansión
Zara se sube así a la ola de un mercado que está en plena expansión y que exige soluciones medioambientalmente sostenibles o circulares, que permitan la reutilización o el reciclaje de recursos.
En Reino Unido, Marks & Spencer se ha asociado con Dotte para permitir la reventa de ropa para niños, Joules está trabajando con Reskinned en la reventa y el servicio FashionCycle y John Lewis, ofrece a los compradores un cupón de descuento a cambio de devolver cinco artículos.
Otras enseñas que se suman a esta tendencia son Mulberry, Harvey Nichols, Asos, Asda, Dr Martens o H&M. El grupo de grandes almacenes Selfridges tiene como objetivo que casi la mitad de sus interacciones con los clientes se basen en la reventa, reparación, alquiler o recargas para 2030.
Con el mismo propósito, Decathlon lanzó la pasada semana una campaña publicitaria en Bélgica en la que dio la vuelta a su logo, y se rebautizó como Nolhtaced, para concienciar al consumidor de la reutilización de productos de segunda mano, y de paso, dar visibilidad a su programa de recompra de material deportivo.
En España, Carrefour y Alcampo venden desde hace un año ropa usada en algunos de sus hipermercados.