Entre el mar de tenidas negras que identifica a los asistentes a un funeral, los chalecos del Jumbo saltaban a la vista como manchones verdes en las hileras de asientos que se alinearon bajo la carpa blanca que se instaló en las afueras del templo del Parque del Recuerdo para despedir a Horst Paulmann Kemna, quien falleció el martes pasado a los 89 años de edad.
Cencosud, que ahora queda como el legado del empresario, no dejó de ser protagonista en su ceremonia de despedida. Su familia, los altos mandos de la compañía y algunos trabajadores de la empresa se pararon frente a la multitud para recordar a “HP” al costado de un elefante de unos 2 metros de alto con el logo del Jumbo estampado, igual que los que se ubican en la entrada de los supermercados para recibir a los clientes. Y sobre el mismo ataúd, otro elefante de peluche idéntico, pero en miniatura, miraba a los testigo del funeral.
“Te queremos mucho y hay Paulmann para rato. No Horst Paulmann, pero sí el espíritu. Hay para rato”, dijo el hijo mayor del empresario, Manfred Paulmann.
Su viuda, Katherine Bischof, quien hasta ahora había evitado dar palabras en público, reveló que ella misma se conoció con Paulmann en un Jumbo, en una de las rutinarias visitas a los locales -en este caso, del Alto de Las Condes- que acostumbraba el fundador de Cencosud, mientras ella hacía las compras para la empresa en que estaba trabajando.
“Nos vimos a lo lejos. Horst, con todos sus gerentes alrededor, todos estresados, anotando todos los detalles que él estaba corrigiendo respecto del local, y yo con dos carros de supermercados llenos hasta el tope. Nos encontramos con la mirada y por alguna razón ambos nos sonreímos”, recordó.
Bischof, quien subió a hablar acompañada del hijo mayor de Paulmann, Manfred, relató que al verla, el empresario le preguntó cuántos hijos tenía, por llevar dos carros tan llenos, a lo cual ella le respondió que ninguno.
“Él, piropero como siempre”, continuó, le pidió al exgerente general de Cencosud, Jaime Soler, que le entregara a su futura mujer una tarjeta con su número y su correo. “Una historia que muchas veces contó, porque, como decía siempre, Jumbo te da más y en Jumbo encuentras todo”.
“Hoy, en compañía de sus hijos, el equipo Cencosud está preparado para proyectar el desarrollo de esta gran compañía y enfrentar los desafíos y oportunidades que vendrán”, afirmó el gerente general, Rodrigo Larraín.
“Hay Paulmann para rato”
El relato de Bischof fue fiel el estilo de la ceremonia. “Hay al menos tantas anécdotas como pésames”, diría Manfred Paulmann, que invitó a los asistentes a compartir sus propias historias con el empresario a través de un código QR que se proyectó en las tres pantallas que transmitían la ceremonia liderada por el obispo luterano Esteban Alfaro junto al vicario Karl Michael.
El propio Manfred contó que su padre los tenía convencidos de que le quedaba mucho tiempo con vida: “Siempre decía: ‘Hay Paulmann para rato, yo voy a llegar hasta los 110 años’. Nos subía el ánimo a todos”.

La viuda Katherine Bischof, junto al hijo mayor del empresario, Manfred.
En esa línea, se dirigió a la viuda del empresario: “Siempre le agradecí a Kathy de que lo tenía súper joven (...) Porque él estuvo muy bien hasta el final. Todos piensan que estaba muy mal, que estaba viejito, que estaba gagá, y no es así. Los que lo conocen, hasta el final, hizo lo que quería. Y se fue a Alemania a pesar de que estaba cansado, era imparable”.
Los hermanos de Manfred también subieron a dedicarle palabras a su padre. “Él vivió como cinco vidas juntas (...) Es un momento de mucho dolor, pero también muy reconfortante y de mucha alegría cuando realmente una siente toda la energía, la cantidad de vidas que tocó y cómo la gente, a pesar de ser especial, cómo la gente lo quería”, agradeció Heike Paulmann.
Peter Paulmann, por su parte, se limitó a una intervención breve, en la que saludó a la enfermera de su padre y señaló que, afuera de su pieza en Alemania, Horst seguía teniendo un cartel en inglés en el que se leía Dreaming big dreams, do not disturb.

La ceremonia se extendió por dos horas afuera del templo del Parque del Recuerdo.
“Mi papá seguía soñando en grande, te queremos mucho”, dijo.
Bischof, dentro de sus palabras, también prometió seguir acompañando a Hans Dieter, el hijo que tuvo junto a Paulmann en 2018. Pero también se dirigió a los tres hijos del primer matrimonio del empresario.
“Manfred, Peter, Heike. Yo sé que para ustedes hoy día es doblemente especial y complicado, pero todo sucede por algo, que quizás hoy día no lo saben, pero a futuro sí. Mi cariño está con ustedes. Cuiden también lo que HP con todo su esfuerzo levantó y cuiden lo que era su pasión y su gran amor”, les pidió.
El mayor, Manfred, abrazaría esa promesa: “Chao, papá. Opa, Horst, don Horst, HP, papito, pa. Te queremos mucho y hay Paulmann para rato. No Horst Paulmann, pero sí el espíritu. Hay para rato. Y como él siempre cerraba las cosas: ‘¡Que siga la música del Jumbo!’”.
“Cencosud está preparado”
Antes del momento de la familia, tras la homilía del obispo Alfaro, también habían ido pasando, uno por uno, los líderes de la matriz de Jumbo, Santa Isabel, Easy y Paris, y algunos trabajadores que quisieron dedicar palabras.
Entre los asistentes, figuraban varios exCencosud, como Pablo Castillo, Andrés Osorio, Laurence Golborne y Claudio Haase; empresarios como Richard Von Appen, Guillermo Tagle y Andrés Belfus; y también algunos de sus competidores, como el propio José Luis del Río, hoy director de Falabella, y el gerente general de esta misma firma, Alejandro González.
Hablaron más extensamente el presidente del holding, Julio Moura, y su gerente general, Rodrigo Larraín.
“Tu trabajo, Horst, habla más de ti que cualquier otro tributo que podamos hacer (...) Su perseverancia y audacia hicieron de su historia empresarial algo inédito. Su estilo de liderazgo se destacó siempre por ir acompañado de un involucramiento personal en los más mínimos detalles y con la filosofía de poner a la gente de Cencosud y a los clientes al centro de todo”, homenajeó el brasileño.
“Más allá de una coyuntura del momento de algún país de Sudamérica, siempre veía en la crisis una oportunidad. No veía motivo para desistir y tomaba riesgos. El arribo de Cencosud en Argentina coincidió con la Guerra de las Malvinas y eso no era un impedimento para posponer. Las crisis y obstáculos hacían brotar su genialidad”.
Similar a las anécdotas que otros ejecutivos habían recordado, Moura relató que, en 2011, cuando adquirieron la cadena Prezunic en Rio de Janeiro, después de ya haberse despedido en la cena, Paulmann lo llamó a las 1:00 am. junto a otro exgerente general, Daniel Rodríguez -fallecido en 2023-, para proceder a armar instantáneamente una reunión en su habitación del hotel. Conversaron por dos horas y luego, a las 7.30 am., ya los había convocado nuevamente para empezar a implementar sus ideas.
Larraín, en tanto, también relató que una vez que iban a viajar a Perú, Paulmann citó a último minuto a los cuatro o cinco principales gerentes de la División Supermercados. Ya en vuelo, dijo el ejecutivo, el empresario habló: “Ayer en la tarde recibí una queja de una señora, que no conozco, que dice que el Jumbo de Iquique ya no es el mismo de antes, que la fruta perdió calidad, que el local estaba sucio y que no encontró la torta Jumbo que siempre compra para el domingo en familia. Así es que el avión va a parar en Iquique”.
Los gerentes tuvieron que bajarse en esa ciudad, ir a hacer una revisión de la tienda, visitar a la clienta a su casa, pedirle disculpas, llevarle de regalo la torta que buscaba y enviar, al final del día, un reporte con fotos de las mejoras en las tiendas. Reporte que, hizo memoria Larraín, terminó siendo enviado alrededor de las 3:00 am. “Este era el nivel de compromiso y seriedad con que tomaba los comentarios de sus clientes y su preocupación por los detalles. Así funcionaba la escuela de don Horst”, dijo.
Pero además, el principal ejecutivo de Cencosud también miró hacia adelante y envió un mensaje: “Hoy, en compañía de sus hijos, el equipo Cencosud está preparado para proyectar el desarrollo de esta gran compañía y enfrentar los desafíos y oportunidades que vendrán, manteniendo el sello ADN y valores que nuestro fundador instauró”.