Los extensos cortes de electricidad que marcaron el invierno del año pasado y la ofensiva que han desplegado las autoridades sobre la firma de capitales italianos fue parte de la carta a los accionistas contenida en la memoria anual de Enel Chile. El presidente del directorio de la compañía, Marcelo Castillo, y el CEO de la firma, Giuseppe Turchiarelli, reafirmaron su defensa respecto a lo realizado por la empresa en la emergencia.
A pesar del carácter "inédito, irresistible e imprevisible del evento climático ocurrido en agosto del 2024 y de los esfuerzos extraordinarios que Enel Distribución ha puesto en marcha", los ejecutivos de Enel Chile indicaron que el Gobierno sigue adelante con el estudio para evaluar el posible cese de la concesión de Enel Distribución.
"Estamos convencidos de que un eventual proceso que resulte en una posible declaración de caducidad de la concesión no se sustentaría en bases técnicas sólidas y así lo demostraremos, ya que estamos seguros, con el debido respaldo de distintos expertos en la materia, que Enel Distribución ha cumplido sustancialmente con sus obligaciones bajo la concesión y bajo la regulación, sumado a que se origina en un evento inédito no previsto en la regulación eléctrica", sentenciaron en su mensaje.
Según describieron, en el segmento de distribución, el año estuvo marcado por una interrupción importante del suministro de sus clientes por un evento climático -recalcaron- "extremo, inédito, imprevisible e irresistible" ocurrido el 1 y 2 de agosto. "Con vientos de hasta 124 kilómetros por hora, este temporal registró las rachas de viento más fuertes en la historia de la Región Metropolitana. Producto de los severos daños que este evento provocó en la red de distribución eléctrica, lamentablemente muchos de nuestros clientes resultaron afectados por prolongados cortes de suministro a pesar de haber puesto todos nuestros esfuerzos y recursos a disposición de la emergencia, incluyendo apoyo internacional del Grupo Enel", recordaron.
Castillo y Turchiarelli destacaron que inmediatamente después del evento meteorológico de agosto, Enel Distribución y Enel Colina se acogieron de manera voluntaria a un Procedimiento Voluntario Colectivo (PVC) con el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) para buscar un mecanismo de compensación extraordinaria en beneficio de aquellos clientes residenciales afectados por prolongados cortes, lo que llevó a que el 4 de febrero de 2025 se anunciara un acuerdo que beneficiará a cerca de 800 mil clientes.
Asimismo, recordaron que en diciembre 2024 iniciaron la renovación progresiva de medidores de electricidad para sus clientes registrados como electrodependientes en los hogares donde realizan su hospitalización domiciliaria. Así, dijeron, la compañía se anticipó a los plazos establecidos en la Norma Técnica de Calidad de Servicios de Distribución, que establece la obligatoriedad de este recambio a partir de marzo 2026.
Comentaron que, dado el cambio climático y sus efectos cada vez más frecuentes e inusuales, reforzaron su plan de inspecciones aéreas de cerca de 2.500 kilómetros de red de distribución eléctrica, "aplicamos tecnología para evaluar el estado de nuestras redes de distribución eléctrica de media y baja tensión, y así relevar información que permita tomar acciones preventivas y correctivas de cara al próximo invierno".
En medio de la carta, haciendo un guiño probablemente a lo vivido, los ejecutivos puntualizaron que durante 2024 los pilares estratégicos fueron muy importantes para orientar el quehacer: resiliencia, flexibilidad y creación de valor; eficiencia y efectividad; y sostenibilidad financiera y ambiental. "Con esto en mente, nos adaptamos, nos esforzamos, fuimos flexibles y resilientes, y tratamos de resolver y enfrentar situaciones difíciles, imprevisibles, irresistibles y extraordinarias en el menor tiempo posible", comentaron.
"Estamos frente a una encrucijada en la distribución"
Los líderes de Enel Chile también abordaron la regulación local. Si bien reconocieron que 2024 ha sido un año particularmente desafiante para el negocio en todas sus líneas de acción, recalcaron que siguen avanzando con trabajo arduo hacia sus objetivos de electrificación, aportando al país energía limpia y contribuyendo de manera determinante al objetivo de carbono neutralidad que se ha fijado Chile para el 2050.
Los ejecutivos señalaron que "sin duda estamos frente a una encrucijada en la distribución". Según explicaron, se proyecta que la demanda energética chilena aumente un 41% para 2035, y para abastecerse se necesita robustecer las redes y hacerlas más resilientes.
Fue ahí que arremetieron con lo que por años vienen pidiendo a las autoridades: "Esto solo es posible con una reforma a la regulación de la distribución, que incentive y retribuya las inversiones necesarias para habilitar la transición energética y preparar nuestras redes frente a los fenómenos del cambio climático, que son cada vez más frecuentes, reforzando infraestructuras críticas necesarias para el suministro seguro de energía, con la calidad que todo el país merece".
En el detalle, plantearon que en distribución se enfrentan retos relevantes. En primer lugar, advirtieron, "la rentabilidad de este negocio se redujo drásticamente". En segundo lugar, señalaron que el Valor Agregado de Distribución (VAD) 2020-2024 se retrasó, ya que la tarifa que debía publicarse en 2020 no se actualizó hasta junio de 2024, creando incertidumbre en las empresas distribuidoras que a pesar de aquello siguieron invirtiendo para mantener un servicio adecuado a los clientes.
Sin perjuicio de lo anterior, también reconocieron que el 2024 fue un año de avances en temas regulatorios, destacando que gracias a la Ley de Estabilización Tarifaria aprobada en abril se pudo actualizar la tarifa regulada, evitando una mayor acumulación de cuentas por cobrar para las empresas de generación.
Sin embargo, insistieron en su petición. "Aún sigue pendiente una modernización del modelo regulatorio de distribución, el cual está desalineado respecto a los requerimientos de la industria eléctrica y no permite cumplir con la ambición que tenemos todos de un servicio de mejor calidad para nuestros clientes en línea con la electrificación de consumos".
"En esta materia estamos confiados que la evidencia técnica y los consensos ya manifiestos entre los diferentes actores del sector, Gobierno, diputados, senadores, academia y empresas, permitirá prontamente dar el primer paso para trabajar formalmente en un nuevo modelo regulatorio para Chile, acorde a lo que el país necesita y merece", agregaron.