Las siete familias que conforman el grupo controlador de Falabella, con un 81,74% de las acciones del retailer, informaron ayer que actualizaron el pacto que las regula, extendiendo su vigencia hasta el 1 de julio de 2025.
El nuevo acuerdo de actuación conjunta viene a modificar el suscrito en octubre de 2003 cuando el retailer ligado a las varias ramas de las familias Cúneo y Solari se fusionó con Sodimac, de la familia Del Río. El 23 de octubre de ese año se dio a conocer al acuerdo entre los controladores, que en conjunto ostentaban un 88,72% del retailer entonces.
El primer cambio que se aprecia en este nuevo acuerdo es que cuatro de los firmantes son parte de la nueva generación de los controladores. Así, aparece María Cecilia Karlezi, representando al grupo Auguri -de María Luisa Solari-; Carlos Heller, del grupo Bethia, ligado a Liliana Solari; por el grupo Corso -de Teresa Solari- Juan Carlos Cortés; y por Inversiones San Vitto, de Reinaldo Solari, Carlo Solari. A ellos se suman Sergio Cardone Solari, por el grupo Amalfi; Juan Cúneo, de Inversiones HCQ; y, finalmente, por el grupo Dersa, José Luis Del Río Goudie.
De hecho, el nuevo pacto reflejaría la reorganización anunciada a fines del 2009 de la familia Del Río, ligados al holding Dersa, el mayor accionista del grupo con 19,97% de la propiedad del retailer. En todo caso, en la firma del pacto aparecen todos liderados por José Luis Del Río.
La necesidad de un nuevo acuerdo venía discutiéndose desde 2011 al interior de las familias controladoras. De hecho, se contrató a McKinsey para que las asesora al respecto, así como del rol de las nuevas generaciones de las familias y la sucesión de Cúneo, en la presidencia de Falabella. En todo caso, no hubo acuerdo final entonces entre las ramas para realizar los cambios.
En un comunicado, Juan Cúneo Solari, presidente de la compañía con mayor valor bursátil del país, señaló que este acuerdo “muestra las ganas de estas siete familias de seguir trabajando juntas en pos del desarrollo de Falabella”.
Lo que regula el pacto
Según cercanos, el mayor cambio que entrega el nuevo acuerdo es la flexibilidad para la venta de acciones de la compañía. El primer pacto, dicen, era muy rígido, y varias de las familias buscaban hacer más fácil el proceso de venta de acciones para sus otros negocios.
Entre los aspectos que regula el nuevo documento están la obligación de los grupos de avisar en forma previa su intensión de venta de las acciones en Bolsa entre sí, derechos de oferta preferente para el resto de los grupos en caso de que uno de ellos tenga la intensión de vender acciones fuera de Bolsa o por un monto significativo, derechos de venta conjunto de los grupos en caso que una venta por parte de alguno signifique una venta del control de Falabella.
Además, se regula el derecho de los grupos que representen más de dos tercios del pacto que quieran vender el control de la sociedad a exigir al resto de las familias a que adhieran a la venta. Sumado a eso, se incluyen cláusulas que regulan la obligación de mantener el control sobre las sociedades con las que estas familias participan.
Se incluyen también restricciones en la propiedad de firmas proveedoras, así como incompatibilidad de puestos directivos.
También se establece que en caso de conflicto entre las partes, éstos se resolverán por medio de un arbitraje, el que estará autorizado para fijar penas o multas dentro de un rango previamente establecido en el mismo pacto.
Según dijeron las familias, el acuerdo rige hasta el 1 de julio de 2025, aunque podría terminar anticipadamente en caso de que los firmantes tengan menos de 41% de Falabella; en segundo lugar, si no tuvieran el control de la misma o si un grupo toma más del 50% de las acciones del pacto.
Los cambios de la familia Del Río
A fines de 2009 la familia Del Río anunció una reestructuración de los negocios familiares.
Tras los cambios, la propiedad de Derco pasó a ser controlada por Carolina, Juan Pablo y Felipe del Río Goudie, mientras que José Luis del Río elevó entonces su participación en Fríosur de 50% a 70%, donde compartiría propiedad con los islandeses Grandi HF, Carlos Vial, ejecutivos y sus hermanos Bárbara y Sebastián. Ignacio del Río, en tanto, no se vinculó a ninguno de los dos negocios, pero sí recibió recursos líquidos de la venta de títulos de Falabella. No modificaron su participación en Dersa.