Al tercer intento. Ayer la familia mexicana Saba selló la venta de Farmacias Ahumada (Fasa) a los ingleses de Alliance Boots, un gigante farmacéutico europeo con el que venían conversando desde 2012. Todo eso se tradujo en un acuerdo mediante el cual los aztecas venderán Fasa -incluyendo las farmacias de Chile, México y Brasil- a los europeos en
US$ 638 millones.
“Esta transacción trae claros beneficios para los socios y debe ser vista como muy favorable para los clientes, empleados, proveedores y socios comerciales de Farmacias Ahumada”, dijo Manuel Saba, presidente de Fasa en un comunicado.
Según detalló Casa Saba a la Bolsa de México, la operación está sujeta a la autorización de la Comisión Federal de Competencia Económica de dicho país, y de la junta de accionistas del Grupo Casa Saba.
Tras esto, la inglesa lanzará una Oferta Pública de Acciones (OPA) por el 100% de los títulos de Fasa, pagando sólo con efectivo.
Hoy, los mexicanos tienen un 97,89% de la propiedad de Farmacias Ahumada, quien, a su vez, posee un 95,6% de Farmacias Benavides de México. El resto de la propiedad de Fasa está en manos de corredoras de bolsa y otros inversionistas.
En todo caso, Casa Saba se comprometió a vender íntegramente su participación en Fasa.
El cierre de la transacción está previsto para el tercer trimestre de este año.
Las causas de la venta
En el comunicado de ayer, Manuel Saba explicó que la “transacción también representa una decisión patrimonial muy importante para Grupo Casa Saba y sus accionistas ya que resuelve integralmente los recientes problemas de liquidez en Grupo Casa Saba y sus subsidiarias”.
En esa frase radica la causa de la venta: la familia Saba compró Fasa en 2010
US$ 637 millones. El dilema es que lo hicieron muy apalancados, lo que comenzó a traer problemas de liquidez al grupo y sus deudas llegaban ya a unos US$ 767 millones.
Y aunque Fasa les generaba recursos (ver recuadro), éstos no han sido suficientes para el nivel de pasivos y los mexicanos llevaban meses buscando resolver el problema. Así, la venta de activos ha sido una constante el último tiempo como una forma de resolver los problemas financieros.
Venta de activos
Para comprar la cadena de origen chileno, Casa Saba pidió un crédito puente, que luego modificó y rearmó a siete años de plazo para pagar. Sin embargo, la operación de los negocios en México se fue volviendo compleja y los ingresos de Fasa no fueron suficientes para ir haciendo frente a las deudas. Por lo mismo, en enero de 2012 el grupo anunció la venta de la operación peruana de Fasa en US$ 13 millones. Entonces, Manuel Saba reconocía que la operación permitiría fortalecer la estructura de capital, a la vez que quedaban en mejor posición de abordar expansiones en la región a mediano plazo.
Posterior a eso, vino la venta de activos inmobiliarios en Chile a CorpVida, aunque por un monto no superior a US$ 1,2 millón.
Luego, en enero de 2013, se desprendió del negocio farmacéutico de Brasil, por el que recibió US$ 42,6 millones. Nuevamente el presidente reconocía que con esto se fortalecía su estructura de capital y financiera para hacer frente al crecimiento orgánico y no orgánico del negocio de farmacias.
Finalmente, en diciembre pasado, Casa Saba vendió su negocio de distribución de medicamentos al por mayor a los fondos de inversionistas estadounidenses Pharma Equity Global y World Global Equity en unos US$ 346 millones.
Tratativas previas
Las conversaciones para salir de Fasa, entre otros activos, comenzaron tan sólo dos años después de haber adquirido la cadena. Y aunque en un inicio se habló de asociación con Alliance Boots, las tratativas se extendieron sólo por cuatro meses.
Sin embargo, el año pasado,los acercamientos volvieron y hacia finales del ejercicio, Saba reconocía que negociaba con Boots. Pero en diciembre todo se derrumbó. Los ingleses acusaron en un comunicado “inhabilidad para determinar la actual situación financiera de Casa Saba”.
Lo mexicanos, en cambio, indicaron que las negociaciones fracasaron porque no aceptaron las ofertas que Boots habría presentado. Con todo, seguían buscando fórmulas, desde capitalizaciones de ciertos negocios, fusiones, alianzas estratégicas y la desvinculación total de su negocio de distribución y venta al mayoreo de productos farmacéuticos, reconocía la mexicana.
Fasa repartió dividendos por casi US$ 30 millones durante la era Saba
Era el rumor de mercado: que Casa Saba sólo tenía Farmacias Ahumada para generar flujo de caja que le permitieran solventar sus problemas financieros. Según datos enviados a la SVS, la compañía durante los tres años que estuvo al mando cumplió con la norma mínima de repartir un 30% de las utilidades como dividendos. Así, el total suma US$ 28,75 millones en dividendos para los accionistas.
En todo caso, la operación es bastante distinta a como la tomaron de manos de José Codner, tras el escándalo de la colusión de las farmacias. Primero, porque los mexicanos en su búsqueda de recursos se desprendieron de las filiales de Perú y Brasil. De hecho, siempre estuvo la idea que venderían Chile, pues su mayor interés era Farmacias Benavides, en México .
Con todo, la firma siguió abriendo locales. Al cierre de 2010 -compraron en septiembre de ese año- tenían 343 tiendas en Chile, en 2013 acabaron con 404. En Perú, pasaron de 723 a 882 locales, en igual periodo.